El romanticismo fue un movimiento artístico y filosófico que cuestionaba los paradigmas racionalistas que habían prevalecido a raíz de la Ilustración. En consecuencia, se empezó a valorar más las particularidades, libertades, sentimientos y la subjetividad de los individuos. Cabe mencionar que no se enfocaba únicamente en reivindicar el amor o la ternura, como podría pensarse, sino que pretendía representar lo inquietante, lo sublime.

El sufrimiento, la soledad, el terror y la utilización de elementos paisajistas eran elementos bastante recurrentes en las pinturas de aquel entonces. Asimismo, es relevante recalcar que el decoroso aprecio a la Edad Media, la exaltación de la imaginación y la fervorosa oposición hacia la normativa clásica configuraban las características principales del romanticismo. En ese sentido, repasamos cinco de sus obras más cautivadoras.

1. La balsa de la Medusa – Théodore Géricault

Esta histórica obra representa el naufragio de 1816, el cual acabó con la vida de numerosos soldados franceses. El artista evidencia un extraordinario manejo del realismo y logra plasmar la conmoción de aquel suceso. Asimismo, se emplearon diversos estudios anatómicos para lograr representar de tal forma a los protagonistas.

2. El caminante sobre el mar de nubes – Caspar David Friedrich

Definitivamente, una de las obras más bellas del romanticismo. La nostalgia, incertidumbre y el drama adornan estratégicamente la obra. Friedrich optó por colocar a un hombre de espaldas para que el espectador se adentre en el cuadro y experimente la soledad del protagonista.

3. La carreta de heno – de John Constable

John Constable fue un paisajista inglés que le otorgaba deliberadamente un rol protagónico a la naturaleza. La carreta de heno es su obra maestra y transmite la sensibilidad del artista.

4. La Libertad guiando al pueblo – Eugène Delacroix

Se trata de una de las pinturas más representativas del romanticismo y es considerada como un símbolo de arte político. Asimismo, plasma la unión de los pueblos ante la opresión.

5. El beso – Francesco Hayez

La obra maestra de Francesco no solo permite apreciar la dulzura de la pasión juvenil o adolescente, sino también elementos que reivindican el patriotismo y la relevancia militar.