“Las veces que no (te) dije te quiero” nos relata la historia de tres generaciones de hombres: un hijo, un padre y un abuelo que se encuentran una noche. En medio de recuerdos y de cosas que no se atreven a decir, esperarán la llegada de la madrugada y de un “te quiero” que les cuesta pronunciar.
Texto: Omar Amorós @omar_amoros.pe
El teatro desde que es teatro tuvo como finalidad la catarsis. Ya Aristóteles lo planteó en la Antigua Grecia. Y catarsis es lo que a veces el público busca a ir a ver una obra –claro, sin mencionar a la que puedan hacer los actores que participan en ella. Y esta puesta es un ejemplo de ello.
Mario Zanatta ha escrito un texto poderoso y duro por momentos porque no es solamente decir o no decir te quiero –por no hablar de un te amo- a las personas que más queremos, sino de decir y ya no callarnos todo aquello que podemos tener atravesados en medio del alma, que muchas veces no nos deja ser feliz.

Dicen que la mayoría de traumas que tienen las personas de adulto vienen de la niñez y de la relación que teníamos con nuestra madre y/o padre, que repetimos patrones que vienen del abuelo o del bisabuelo y que como nietos tratamos de no ser como ellos, pero inconscientemente repetimos la historia. De eso trata “Las veces que no (te) dije te quiero”, una catarsis de dramaturgia, para los actores y para el público.
Ahora bien, de hecho que habrá gente que no conectaré con la historia por tal o cual razón, pero seguramente no se iría indiferente, pues la obra nos lleva directa o indirectamente con temas como el alzheimer, la depresión o el suicidio, cosas que las familias pueden callar por vergüenza o por “costumbre”.
La dirección de Renato Piaggio juega con la escenografía (donde resaltamos los tres inmensos relojes que nos recuerdan que son 3 personas diferentes de 3 tiempos diferentes, pero que son iguales en el fondo y en la forma. Aunque sentí un tanto desordenado los saltos de tiempo y no por un manejo de actores –quienes para mí estuvieron bien la mayor parte del tiempo-, sino que la sentí e imaginé de otra forma (y eso es lo rico del teatro permite al espectador sacar su propia versión).
“Las veces que no (te) dije te quiero” es protagonizada por el primer actor Carlos Victoria, que me alegra que regrese con tanta fuerza escénica (eso hace la experiencia), por David Carrillo a quien aprecio mucho y a quien me imagino como un gran y cariñoso padre –no como su personajes (agarrando cancha) y por Sergio Armasgo, de gran talento y cuya energía hay que saber dosificar en algunos momentos y en otros no tanto, (sensibilidad a flor de piel).


“Las veces que no (te) dije te quiero” va en sus últimas funciones hasta este lunes 3 de febrero. Sábado y lunes a las 8:00 p.m. y domingo a las 7 p.m., en el Teatro de Lucia, (Calle Bellavista 512, Miraflores). Las entradas se encuentran a la venta en la plataforma de Joinnus. Además, el 14, 15 y 16 de febrero estará en escena en Arequipa. ¡Vaya a verla, se identificará con el abuelo, el padre o el nieto…o con los tres!