Con un sold out absoluto, más de 60.000 personas vibraron con el espectáculo más grande de su carrera en el Estadio Riyadh Air Metropolitado de Madrid.
Lola Índigo ha hecho historia. Con su espectáculo más ambicioso hasta la fecha, la artista española conquistó el Estadio Riyadh Air Metropolitano de Madrid ante 65.000 personas que corearon cada una de sus canciones. Un despliegue técnico sin precedentes y una narrativa artística impecable convirtieron la noche en un hito dentro de la música en directo nacional.

La propuesta se dividió en tres actos que recorren su evolución artística: la bruja, la niña y el dragón. Cada capítulo fue una declaración de intenciones, un viaje emocional y visual que repasó sus cuatro trabajos discográficos con colaboraciones estelares, coreografías apoteósicas, un cuidado vestuario y una puesta en escena al nivel de los grandes espectáculos internacionales.

El espectáculo abrió con una sorpresa: Ya No Quiero Ná, la canción que habitualmente cierra sus shows y que fue el primer lanzamiento oficial de Mimi como Lola Índigo. Con este gesto, la artista quiso rendir homenaje al inicio de su carrera, al álbum con el que se encontró a sí misma artísticamente y marcó el nacimiento de su alter ego. La energía fue inmediata, envolviendo al público en una atmósfera brujil y poderosa.

Uno de los momentos más emocionantes de este bloque fue el tributo a sus raíces: GRX, un homenaje a Granada. Sobre el escenario se recreó un auténtico tablao flamenco, en el que participó como invitado especial el guitarrista José del Tomate, fusionando tradición y modernidad en una actuación profundamente emotiva e íntima.

El público, entregado desde el primer minuto, convirtió el estadio en un solo coro durante casi tres horas. Cada canción fue coreada, cada coreografía celebrada, consolidando a Lola Índigo como una figura imprescindible del pop urbano español.


La bruja, la niña y el dragón ya no son solo personajes: son símbolos de una artista que ha sabido reinventarse, crecer y brillar como nunca.
