Somos lo que comemos. Esta es una frase muy común, pero pocos entienden el gran mensaje que esconde detrás.

Desde hace muchos años, se investiga sobre los efectos que tienen algunos alimentos en nuestro organismo y ha quedado demostrado que no son tan solo efectos físicos, sino también psicológicos. Un dieta balanceada y adecuada ayuda a mejorar el estado de ánimo y puede llegar proporcionar una sensación de bienestar general.

Sylvia Rodríguez, nutricionista del equipo Magnesol, cuenta cuáles son los alimentos que pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo:

Frutos secos:
Algunos frutos secos, como las almendras o las nueces, son una magnífica fuente de magnesio. El magnesio ayuda a regular los nutrientes del organismo. Además, este mineral contribuye a la producción de serotonina, que crea sensación de bienestar.

Verduras de hojas verdes:
Proporcionan infinidad de vitaminas y minerales necesarios para el buen funcionamiento del organismo, debido a que suelen tener mucho ácido fólico y vitamina B9. Además, el consumo diario de porciones de vegetales como el brócoli, la zanahoria, las coles o las espinacas aportan nutrientes como el magnesio y el zinc que propician la relajación, disminuyen la ansiedad y equilibran el sistema nervioso. Si estos minerales no se obtienen de manera suficiente a través de la ingesta de estos alimentos, se puede recurrir al consumo de algún suplemento.

Champiñones:
Son ricos en selenio, que influye sobre el estado de ánimo. Además, tienen propiedades antiinflamatorias, por lo que, al proporcionar esa sensación de bienestar general, repercuten positivamente en nuestro ánimo.

Plátano:
Es una fruta ideal tanto para adultos como niños que ayuda a reponer fuerzas, sentirse bien y de buen humor. El gran contenido de potasio y vitaminas del plátano lo convierte en un excelente alimento para reducir síntomas de la depresión y beneficiar al organismo con un gran aporte de energía inmediata.

Es importante recordar que, si bien estos alimentos afectan positivamente el estado de ánimo, estos no reemplazan la terapia psicológica. En caso de sufrir de apatía, depresión o ansiedad, se recomienda consultar con un especialista.