Nuevamente el jugador y ex capitán de la Selección Peruana de Fútbol, Paolo Guerrero se encuentra en el ojo de una nueva tormenta provocada por él.

Guerrero está poniendo en jaque a toda una institución, en peligro la continuidad de su carrera (eso sí, para ponerle un fin decente) y en coyuntura a un tema que por sí solo es el “caserito” de todos los programas de noticias -y no noticias- de todos los días y muchos medios: la delincuencia.
Se tiene registro que el equipo de los Acuña, César Vallejo, empezó a interesarse en Guerrero para ser contratado el 19 de enero. Finalmente el fichaje se oficializó con la firma de un contrato el 2 de febrero, luego de una serie de evaluaciones por ambos bandos, y con el futbolista encontrándose en Brasil. Es con el acuerdo ya firmado, que Guerrero posó con la camiseta “de su nuevo equipo” y comenzó a entrenarse con un preparador físico que el club envió hasta Río de Janeiro.
Su primera llegada a Trujillo estaba prevista para la segunda semana de febrero, y es por esos días en que surgió el cambio de parecer del jugador. Paolo Guerrero, quien ha señalado por todos los medios, haber informado al club César Vallejo desde el primer momento de las amenazas que recibió su madre y su familia apenas se oficializó su fichaje, argumentó esta situación de peligro para no ir a Trujillo y resolver su contrato con la institución.
El jueves 15 por la noche, Guerrero envió recién su carta de renuncia, concretándose así su posición. La renuncia del futbolista no ha sido rechazada por el club porque es de carácter unilateral, pero la institución ha negado la solicitud de 30 días de preaviso de renuncia y se le exhorta a presentarse a los entrenamientos en Trujillo el martes 20 de febrero.

El objetivo de Guerrero con todo este lío es conseguir liberarse del contrato que firmó antes del 26 de febrero, fecha en la que se cierra el libro de pases de la Liga 1 (en el Perú) y donde no ocupa plaza de extranjero (¿y tal vez fichar para Alianza Lima?), para que no tenga que ponerle punto final a su carrera, como él mismo ha sentenciado por todos lados. “Corro contra el tiempo, contra mi carrera. El 26 se cierra el libro de pases. Si estos tipos, o estas personas no firman la rescisión, yo le voy a tener que poner punto final a mi carrera, y lo digo así bien claramente, va a ser gracias a estos señores, a estas personas que van a ser los responsables por eso y los hago responsables de todo eso», declaró con un subido tono de voz en ATV.
En otros países del continente el llamado libro de pases se cierra en diferentes fechas: en Argentina cierra hoy domingo 18, en Uruguay el 26 y Venezuela el 27. Colombia, Brasil, Chile, Bolivia, Paraguay y Ecuador se cierran en el transcurso de marzo. Mientras tanto, el equipo presidido por Richard Acuña se reserva la facultad de plantear acciones legales con el objetivo de obtener indemnización y resarcimiento por los perjuicios causados por la renuncia del jugador.
La nueva novela protagonizada y escrita por el propio “Depredador” tiene para un rato más….