Dicen que madre solo hay una, pero en el zoológico un cachorro puede tener varias. Esta es la historia de tres mamás postizas que entregan su vida entera por sus hijos adoptivos.
Desde que una mujer se entera que será mamá, su vida cambia rotundamente y está dispuesta a dar todo de ella por un nuevo ser. Esto les sucedió a Gabriela, Patricia y Mary, tres guerreras que con esmero, dedicación y mucho amor son las encargadas de proteger a los animales del Parque de las Leyendas los cuales, adoptaron y consideran: hijos.
No los llevaron en sus vientres pero desde el momento que fueron destacadas para cuidarlos, el corazón comenzó a palpitarles a mil por hora. Algo que lo sabe muy bien Patricia del Río, quien desde hace tres meses cuida con mucha dedicación a una cría de cebra de Grévy, un travieso equino que fue rechazado por su madre al nacer.
“Después del parto, su madre lo rechazó. No sabemos el motivo y desde aquel momento, nos encargamos de cuidarlo, darle el biberón y enseñarle muchas cosas. Hoy, ‘Vikito’ (nombre con que lo llama cariñosamente porque todavía no tiene uno oficial), es mi hijo adoptivo y lo quiero muchísimo”, cuenta Patricia al mismo momento que lo peina.
Metros más allá, están los canguros rojos. Unos traviesos saltarines que hacen fiesta al ver Gabriela Sotelo, su cuidadora. “Ellos son lo máximo, son todo para mí desde hace más de dos años. Los alimento, vigilo y lleno de apapachos”, relata mientras ata alfalfa en los troncos de los árboles para que coman.
En todo este tiempo, ‘Gaby’ vio nacer a cuatro de estos marsupiales y ahora está pendiente de Dott y su cría, un pequeñín que todavía no sale de la bolsa de su mamá. Acontecimiento que ella espera con ansías, así como al final del día llegar a casa para abrazar a su pequeña.
Si en toda familia tenemos a la tía o la abuela ‘chocha’, los inquilinos del Parque de las Leyendas no podrían ser la excepción. La encargada de engreírlos es Mary Atasi, una bióloga que les prepara sus sorpresas para cada fecha especial con lo que más les gusta.
“Llevo más de 10 años en el zoológico y he visto varios partos pero el que más marcó fue el de un oso perezoso porque la madre me permitía cuidar a su cachorro. Soy la encargada del área de enriquecimiento en la cual armamos sorpresas como cubos de hielo con frutas, maquetas con olores, regalos con su alimento favorito, ETC., para todos los animales”, cuenta la profesional mientras ultima los regalos por el día de la madre.
Bien reza el dicho: “madre no es la que engendra sino la que cría”, algo que lo tiene presente estas profesionales al dar su desinteresado amor por estos animalitos que está más que agradecidos con Gabriela, Mary y Patricia, sus mamás postizas.
Texto: Kenyi Coba / Fotos: Joaquín Cruzado