El eterno campeón argentino Diego Armando Maradona cumple años en su país, exactamente en La Plata.

Hace 6 décadas nació en Lanús, Buenos Aires el mejor jugador de la historia del fútbol, para muchos amantes del deporte rey. Debido a la pandemia por coronavirus, el astro del balompié no ha podido juntar a toda su familia, sin embargo, el cariño de su entorno y el mundo futbolístico le hicieron llegar los saludos por medio de las redes sociales. Sumado a ellos, todos los diarios llevaron en su portada al mejor “10”, único e inigualable.
“El pelusa” fue un privilegiado así como aquellos que vieron sus goles y gozaron de verlo bailar sobre el césped. Su talento y destreza futbolística perdurará en el tiempo. Ha quedado en los libros, por ello, el reconocimiento a él como jugador es desbordante. Allá por 1979, Diego ya empezaba a brillar. Consiguió el mundial juvenil de Japón. Tan solo tres años más tarde y tras cerrar su fichaje con el FC Barcelona jugaría el mundial de España 82, donde anotó 2 goles en 5 encuentros.
Es en México 86 que junto a la albiceleste consigue alzar la copa del mundo tras ganarle a Alemania Federal por 3 a 2. Sin embargo, fue en cuartos de final frente a Inglaterra que Maradona estampó su nombre para toda la eternidad. Con dos goles de Diego clasificaron a semifinales, pero lo histórico del hecho es que el primer gol lo hizo con la mano, siendo denominado como “La mano de Dios”. Mientras que el segundo tanto fue una obra de arte, uno de videojuego. Tras dejar a más de 4 rivales en el camino, “D10S” fue el protagonista del mejor gol de la historia de los mundiales y del fútbol.
En general el palmarés del argentino es digno de admirar, Campeón con Boca Juniors, en el FC Barcelona (Liga, Copa y Supercopa Española) y en Napoli (2 Ligas, Copa UEFA y Supercopa Italiana). Cabe mencionar que en su época no se otorgaba el balón de oro a los sudamericanos, aun así, sabemos que con Diego no existen las comparaciones. Su temperamento para defender sus colores como en aquella final de Italia 90 y su pasión por el esférico no se iguala. Jamás le quedó chica la banda de capitán e hizo de un equipo chico como aquel napoli, a ser admirado, tan solo por su presencia.
En un contexto difícil celebrará su cumpleaños, pero siempre cerca al balón y a este deporte. El ser director técnico de Esgrima de La Plata le permite pisar el gramado y seguir sintiendo esa pasión desde otro lugar. Eres y serás eterno, Diego.
Escribe: Piero M. Flores Quiroz.