La Marsellesa es uno de los máximos símbolos de la Revolución Francesa y actualmente se le considera uno de los himnos más bellos del mundo. Un día como hoy, en 1792, un grupo de 600 republicanos desfilaba entonando airosamente sus magníficas estrofas, lo cual desencadenaría una sucesión de hechos similares durante cada batalla y manifestación.

Su escritura y composición datan del 25 de abril de 1792, cinco días antes de la proclamación de la guerra contra Austria, en París. Asimismo, fue el destacado poeta y capitán de ingenieros Joseph Rouget de Lisle, destinado en el batallón «Enfants de la patrie» de Estrasburgo quien estuvo a cargo de su mítico direccionamiento y esencial funcionalidad.

Cabe resaltar que, con el fin de elaborar la letra y los componentes rítmicos, Rouget se inspiró en un cartel que había divisado en la calle con la frase «Aux armes, ¡citoyens!» («¡Ciudadanos, a las armas!»). Por esa razón y debido al contexto decidió titular la canción como «Chant de guerre pour l’armée du Rhin» («Canto de guerra para el ejército del Rin»).

La espontaneidad de dicho cántico les permitió a los soldados aprenderla con facilidad. Además, posteriormente sería entonada por diversos voluntarios procedentes de Marsella, hecho que le otorgó el nombre que hoy se conoce. En 1958, fue consagrada como himno nacional de Francia, evidenciando un componente nacionalista sumamente remarcado en la totalidad de su estructura.

Pese a la majestuosidad de su contexto histórico y trascendencia innegable, se le ha cuestionado innumerables veces la belicosidad que lo compone: «¡Vienen hasta vosotros a degollar a vuestros hijos y vuestras esposas! ¡A las armas, ciudadanos! ¡Formad vuestros batallones! ¡Marchemos, marchemos! ¡Que una sangre impura inunde nuestros surcos!».

Sin embargo, es innegable que la Marsellesa posee componentes emocionales sumamente enriquecedores del nacionalismo popular. De igual manera, el acompañamiento rítmico configura un soporte idóneo capaz de enaltecer aun más la prodigiosa letra del himno francés. Actualmente, diversas encuestas y opinión pública la consideran en lo más alto si de himnos se habla.