Navarro Correas es una bodega emblemática de Argentina. Con años de historia, han venido cosechando diferentes premios a nivel mundial; lo que los impulsa a seguir en la búsqueda constante de la excelencia. Presentamos la historia de la enóloga detrás de este proyecto, Alejandra Riofrio.
Alejandra empezó en la industria vitivinícola desde muy joven. «A los 15 años, cuando iba al secundario, tuve que hacer un trabajo y un compañero tenía un amigo enólogo. Él me llevó a la bodega. No era época de cosecha, pero me enamoré del lugar, de los aspectos técnicos y, sobre todo, del vino», nos cuenta. Al año siguiente, se inscribió en la facultad y, desde el 2008, empezó a trabajar en bodegas del mismo grupo. «Pasé por diferentes áreas: espumantes, vinos masivos, mostos concentrados, rectificados, vinos biodinámicos, vinos de alta gama, vinos íconos, premium, blancos y rosados», agrega.
En el año 2019, obtuvo el cargo de enóloga de la bodega Navarro Correas, lo que considera una de las mejores cosas que le han pasado en la vida. «Este es mi primer viaje a Perú para mostrar y comunicar sobre nuestros vinos. Quiero que la gente, a través de una copa, pueda conectarse con algún momento bonito y sentir esa pasión que nosotros sentimos cuando lo hacemos».
Navarro Correas es referente en Argentina porque tiene más de 200 años de historia y es pionera en la elaboración de espumantes. Ello también ocurre con la línea Colección Privada, que sigue vigente después de 40 años. No cabe duda de que Alejandra se encuentra orgullosa de formar parte de esto. Por ello, nos presenta algunos de sus vinos emblemáticos.
VINOS ALEGORÍA
Surgen a partir del estudio exhaustivo que se hace en el campo: probar el momento justo de maduración y la cosecha manual a primera hora de la mañana. «Luego de la fermentación tumultuosa, lo bajamos a barrica de roble francés (300 litros). Una vez completada, pasamos a la fermentación maloláctica. Utilizamos bacterias lácticas para inducir esta transformación, ya que estamos trabajando con pH muy bajos. Tenemos acidez elevada y graduación alcohólica que le va a ser difícil trabajar a las bacterias, por lo que las colocamos seleccionadas», revela Riofrio.
Esta transformación permite tener un vino armonioso en boca, con la frescura nata de la uva que proviene del valle de Uco, pero con un volumen que lo va a hacer equilibrado. Asimismo, señala que realizan la técnica de batonage, donde lo que se hace es remover las borras finas que están compuestas por levaduras, restos de material orgánico propio de la uva y que son muy ricas en proteínas. «En 12 meses ya estamos preparando el vino, lo estabilizamos y lo fraccionamos», añade con firmeza.
Por todo este proceso, el Gran Reserva Chardonnay 2020 es untuoso, con notas lácticas delicadas; así como fruta, pera y flores. En años más fríos tiene características particulares: el aroma a pólvora o piedra que no te dan en ningún otro lugar del valle. El año 2020 fue uno de los años más calientes, que le dio notas tropicales de piña.
ALEGORÍA MALBEC
Proviene de Luján de Cuyo y Maipú. Tiene una sugerencia de guarda de 8 a 10 años para que la evolución natural lo siga percibiendo como fresco y frutado. Presenta 15 meses de paso de madera francesa. También usan fudres con mayor capacidad, pero menos contacto. «Sin embargo, necesitamos un recipiente redondo para que las borras estén en contacto con el vino. Así transmiten proteínas y mantiene el volumen, va madurando y redondeando la acidez, suavizando los taninos, estabilizando el color. Con el fudre se mantienen las características de Agrelo», asegura la enóloga.
ALEGORÍA CABERNET SAUVIGNON 2020
Viene de una zona específica que presenta arcilla en su suelo, lo cual permite retener agua, nutrientes y que la planta tenga una maduración más lenta que en piedra. Alejandra declara que la maduración es rápida, lo que permite tener taninos jugosos, sedosos y dulces (características de la zona de Agrelo). «Es trabajado con temperaturas medias para retener los procesos aromáticos, pero también obtener taninos con buen cuerpo que soportan la boca y aguantan el color el resto de tiempo que está en la barrica. Uno de los Cabernet más ricos son los de esta zona, porque es fresco, de mucha fruta, notas ahumadas y vibrante en boca», manifiesta.
Pese a todos los logros obtenidos, la enóloga de Navarro Correas persigue el mismo objetivo que se planteó al inicio de su carrera. «Vamos acompañando al consumidor con nuevas tendencias para que no se canse y nos siga eligiendo. Lo importante es el disfrute, que te guste, descubrir sensaciones y sabores nuevos», puntualiza. Entérate de más en https://navarrocorreas.com/es/. Lo mejor de Argentina espera por ti.
Escribe: María Elena Cárdenas (@ladysommelier)