El neurocoaching está basado en la neurociencia: comprender el cerebro y cómo este desarrolla nuevas habilidades para obtener un desarrollo personal de forma más eficiente.“Siempre estuve ligada al mundo de los negocios y no al de la moda. Este último contiene ciertos estereotipos de belleza que han dañado a las propias mujeres, encasillándolas y clasificándolas. Lo que yo busco es precisamente lo contrario: que, al colocarse alguna prenda, esta se vuelva una expresión personal y una herramienta que brinde seguridad”, señala.
Irene confiesa que empezó aplicando las ideas adquiridas a su vida diaria. Ella considera que cuando una persona codifica los conocimientos, puede entenderlos de forma idónea. Así, se hace posible brindar esos aprendizajes a otras personas. “Quería transmitir desde la imagen. Era inevitable compartir esos conocimientos”.
Impulsada por ello, emprendió NeuroStyle, una metodología que busca reprogramar la mente desde la imagen personal. “La meditación o ser productivo es un resultado de los procesos internos. En el cuerpo sucede lo mismo: es un reflejo de lo que ocurre en la mente. Se debe desarrollar una disciplina mental positiva que aprenda a desbloquear esos frenos”, afirma.
La moda se reinventa diariamente. Por ello, es complicado que un nuevo producto sea recibido exitosamente por las personas. Ante ello, asegura que es importante conocerse a sí mismo y comunicar una marca personal. “Se tiene que saber y experimentar qué somos y cómo lo queremos representar. Luego, obedecer a las sensaciones”.
De igual manera, sostiene que es necesario un autoconocimiento sobre los principales atributos o características de quien desee emprender una marca en este rubro. Demostrar esa identidad en espacios formales y profesionales es relevante cuando se transmite con credibilidad y confianza. Para ello, es relevante pensar en tres adjetivos que te caractericen, y tres palabras que la audiencia desea recibir. El estilo se verá reflejado siguiendo esos fundamentos de forma corporativa y creativa. “Así se puede lograr un estilo específico”, enfatiza.
Irene sabe que el contexto actual de crisis sanitaria influye en las formas y herramientas para desarrollarse profesionalmente. Por esa razón, afirma que el teletrabajo configura una variación en la forma de vestirse y que deben existir modificaciones evidentes que logren adaptarse al contexto.
Asimismo, indica que, actualmente, lo que cobra más importancia a la hora de vestirse es la parte del torso, debido a las videollamadas. Por ello, es lógico que debamos concentrarnos más en esta zona del cuerpo, priorizando los tejidos y las texturas de la ropa.
Su metodología es capaz de reforzar la confianza de los clientes para obtener resultados significativos en su vida diaria. Su marca no solo se enfoca en el estilo, sino también en los procesos conductuales que permiten un autoconocimiento y autoconfianza saludables. “La confianza no puede esperar, el estilo sí”, concluye Irene.
Escribe: Renatto Luyo