El tenista serbio no podrá defender su título en el Abierto de Australia tras ser deportado del país oceánico.

Novak Djokovic es el tenista más ganador del Abierto de Australia con 9 títulos, pero no está vacunado contra la COVID-19 y las reglas de un país no son diferentes para los grandes campeones. 

El tenista serbio viajó el 5 de enero a Melbourne con una exención médica para poder jugar el torneo pese a no estar vacunado, al haber estado contagiado de COVID-19 durante el mes de diciembre. Sin embargo, a su llegada las autoridades de Inmigración le cancelaron el visado y lo detuvieron por una orden judicial al considerar que no fue tratado con «equidad». Estuvo detenido hasta que el lunes 10 de enero un fallo judicial le dio la razón al tenista. Un fallo que no quedaría ahí. 

El pasado viernes 14 de enero, el ministro de Inmigración, Alex Hawke, le canceló el visado por segunda vez al número 1 del mundo por motivos sanitarios y del mantenimiento del orden debido a que si se le permitía quedarse en el país podría incentivar el sentimiento de las personas que se oponen a vacunarse contra la covid-19. Dos días después, tras la apelación del tenista, el Tribunal Pleno del Tribunal Federal de Australia decidió mantener la cancelación de la visa y tuvo que ser finalmente deportado. 

El primer ministro australiano, Scott Morrison, aplaudió la decisión de mantener sus fronteras fuertes y mantener seguros a los australianos.

«Los australianos han hecho muchos sacrificios durante esta pandemia y con razón esperan que se proteja el resultado de esos sacrificios», dijo el político.

Esas declaraciones tuvieron respuesta por parte del presidente serbio, Aleksandar Vucic, quien mostró su enfado por el trato al mejor deportista de la historia de su país. 

«Él (Djokovic) llegó a Australia con una exención médica y luego lo trataron mal durante 10 días. ¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué hicieron una cacería de brujas así contra él? Esto es algo que nadie puede entender», dijo el político serbio.

¿Quién se iba a imaginar que el tenista número 1 del ranking mundial iba a estar detenido y sería deportado del país que más veces lo vio consagrarse campeón? De locos. Nada de eso hubiera ocurrido si se hubiera vacunado. Todos están en su derecho de elegir, pero la elección de ‘Nole’ de no vacunarse le traerá consigo obstáculos en su maravillosa carrera. 

Djokovic era el máximo favorito para levantar por décima ocasión trofeo en Australia y, de esa manera, consagrarse como el tenista más laureado en eventos de Grand Slams con 21 títulos superando a nada más y nada menos que a Roger Federer y Rafael Nadal. Con el tenista suizo lesionado y el serbio deportado, el español es el único que puede romper el triple empate en este torneo. Asimismo, el nacido en Belgrado, puede llegar a perder su ranking como número 1 del mundo a manos de Daniil Medvedev o Alexander Zverev si es que uno de los dos logra conquistar el trofeo en Melbourne.

Por si todo eso fuera poco, el segundo Grand Slam del año, Roland Garros, también le ha cerrado las puertas a Djokovic si no se vacuna. En un primer momento Francia, con una política de entrada al país más permisiva con los no vacunados, le había abierto la puerta, pero en los últimos días se produjo un giro de 180 grados. La aprobación de un proyecto ley que impondrá un certificado de vacunación para actividades de la vida social, como asistir a eventos deportivos, acaba con sus aspiraciones de poder participar en ese torneo, salvo que decida vacunarse

Con su ausencia en el primer torneo grande del año, el futuro de Djokovic en el año parece incierto. Probablemente tenga que hacer algo que no quiere para que su carrera deportiva no se vea estancada. Él tiene la última decisión, pero sin su presencia en los torneos grandes no sólo pierde él, también pierde el mundo del tenis.

Escribe: Eduardo Araujo (@eduaraujoruiz)