El reconocido enólogo argentino, Marcelo Pelleriti, hace remembranza de la influencia que ha tenido el rocanrol en diferentes etapas de su vida y en sus vinos. La fusión de ambos dio luz a festivales, colaboraciones y un disco que pronto será publicado.
Sus pequeñas manos desbordando de uvas que se escabullen hasta el terroir arenoso del Valle de Uco, la primera guitarra acústica que le regaló su padre junto con un casete de Paco de Lucía que le serviría de inspiración para tocarla; y la música de «Serú Giran» y «Led Zeppelin» que penetraba en el agua de la piscina mientras él nadaba al estilo libre; son los recuerdos que emanan de la mente de Marcelo Pelleriti cuando piensa en sus dos principales pasiones: el vino y el rock.
Dicen que cuando una persona hace lo que ama, no tiene que trabajar un solo día de su vida. Para Marcelo esto es una realidad. El renombrado enólogo argentino hizo del vino su carrera, pero también logró incorporar el rocanrol de las formas más innovadoras posibles. Empezó inundando el viñedo de su música predilecta; que resultaba atípica en las fiestas de fin de cosecha. La presentación terminó convirtiéndose en un festival popular en Mendoza: «Wine Rock».
Debido a la acogida que tenía, este evento llenaba hoteles, aviones, servicios de transporte y restaurantes. No obstante, al llegar la pandemia por COVID-19, las cosas cambiaron. El festival tuvo que reinventarse y se rebautizó como «Wine Rock Sessions». La cantidad de bandas disminuyó de catorce a tres, repartiendo la experiencia en cinco sesiones al año; pero manteniendo la esencia. «Sigue teniendo un buen escenario: atención, gastronomía y vinos. Todo mientras disfrutas mirando Los Andes. Eso es único», comenta Pelleriti.
Naturalmente, el Valle de Uco se volvió una fuerza gravitacional que atrajo a numerosos artistas de gran categoría. Este fenómeno, casi cosmológico, desencadenó el nacimiento de la línea de vinos «Artista». Entre algunos de ellos se encuentran «Malbecaster», «Pink Flood» o «Gran Baleirón»; los cuales creó en compañía de Juanchi Baleirón, quien pertenece a la banda «Los Pericos». También ha colaborado con otros artistas como Pedro Aznar, Sumaj Tika, Coti Sorokin, Felipe Staiti y más. «Son personas hipersensibles que saben qué expresar en todos los sentidos de la vida. Les ofrezco muchos lotes de diversos estilos y ellos componen sus vinos», nos cuenta. Le asombra lo intimista de este proceso y se siente agradecido de poder vivirlo constantemente.
Marcelo fue uno de los pocos afortunados que se sintió, por momentos, regocijado durante la pandemia. El tiempo de confinamiento le permitió dedicarse a proyectos que quizás había dejado de lado por el ajetreo diario. En lo personal, hizo arreglos a su casa, leyó diversos libros, estableció nuevas amistades y pasó tiempo de calidad en familia. Con sus hijos comparte la pasión por la música. Ambos son diestros en variedad de instrumentos y pueden encantar a cualquiera a través de su voz. Sin embargo, la enseñanza que les deja Pelleriti no es una ruta del camino que deben seguir, sino que sea por donde ellos deseen ir. «El medio de llegada es el trabajo duro», resalta.
Cuando visitaba su bodega durante aquellos meses pandémicos, los pasillos estaban desiertos y los pasos resonaban en un gran eco que rebotaba en las paredes. Como si la ausencia de cuerpos fuera la pérdida de un sentido, su paladar se agudizó. «Nunca tuve tanta sensibilidad en el gusto. Eso me sorprendió y lo disfruté», afirma. Este periodo también le permitió sumergirse en su música. Amplió el pequeño estudio que tenía y lo volvió profesional. El fruto de permanecer entre instrumentos y melodías dio como resultado su nuevo disco, el cual presentará en el festival Quilmes Rock en Buenos Aires. Acompañado de otras cien bandas, se subirá a un escenario y lo presentará frente a todo el público ávido por escucharlo. «Está hecho desde el corazón», agrega.
Después de presentar grandes cantidades de vinos, visitar diversidad de lugares, escuchar abundante música, conocer a mucha gente, hacer un disco y tener puntuaciones perfectas; Marcelo Pelleriti se siente más que satisfecho. Las metas trazadas se mantienen latentes en sus entrañas. Antes de aventurarse en una nueva travesía, se sienta al lado de su esposa e hijos para escuchar el último sencillo de The Killers. Lo más importante es estar acogido entre los suyos.
Escribe: Gianella Altuna (@mirash18)