La Ciudad de la Amistad cobija en sus tierras a una emergente voz que promete seguir conquistando los escenarios de cada rincón del país. Valeria Zapata es una joven promesa del canto que no duda en cruzar fronteras si su carrera artística lo demanda.

El extraordinario poderío de una mujer chiclayana llega a los sets de televisión en la capital para impregnarse en la retina de quien la mire y escuche. Su cautivante entonación se vuelve la protagonista de reflectores y cámaras que siguen cada uno de sus movimientos.

Desde muy pequeña, encontró en la música una de sus pasiones. Su talento para el canto la ha llevado a descubrir varios lugares y personas que nunca pensó conocer. Su crecimiento ha sido incomparable y los peruanos han sido testigos de ello.

Recuerda con nostalgia su primera presentación frente a un público. Tenía seis años y cantó durante la ceremonia por el día de la madre en su colegio, lugar donde sus padres descubrieron el don que años después explotaría.

El apoyo incondicional de su familia la condujo a participar por primera vez en un programa televisivo a nivel nacional. Así fue como llegó a Lima para concursar en el reality show ‘Pequeños Gigantes’. Desde que empezó la canción, enterneció los oídos de los miembros del jurado al entonar ‘Yo soy una mujer’. Esto marcaría el inicio de su carrera. Con una sonrisa en el rostro, recordó el gran aprendizaje que obtuvo durante cada gala. Coaches como las reconocidas Shantall y Marita Cabanillas le dieron ese gran plus que necesitaba para el desarrollo de una prometedora carrera.

Sin imaginar lo que vendría después, a los nueve años, participó en el programa que la llevaría a tener una mayor exposición: La Voz Kids. «Yo soy una mujer de carne y hueso» fueron las primeras palabras con las que dejó anonadados a los tres entrenadores que no dudaron en presionar el botón rojo y voltear sus sillas. Después de escuchar las palabras de convencimiento de cada uno de ellos, la pequeña decidió irse al equipo de Eva Ayllón, con quien alcanzó el segundo lugar en la competencia llevándose el aplauso de toda la audiencia ante su último concierto. Pero esta no sería la última vez que habríamos de escucharla.

A los 17 volvió al lugar donde vivió sus emociones a flor de piel: La Voz Perú. Bajo el recuerdo de la niña que cantó la icónica canción de Jenni Rivera, Zapata hizo vibrar a los entrenadores interpretando la misma canción de su primera audición a ciegas. «Fui con dos canciones distintas: ‘Recuérdame’ de Marc Anthony y Natalia Jimenez, y ‘Ya no más’ de Susan Ochoa. Luego, me propusieron cantar de nuevo ‘Yo soy una mujer’, acepté y me presenté con esa canción», comentó. En esta oportunidad voltearon la salsera Daniela Darcourt y a quien considera una genia. Llena de felicidad y con los ojos cristalizados no dudó en escoger a la cantante criolla por segunda vez.

Al hablar de Eva Ayllón una sonrisa se dibuja automáticamente en su rostro. Es consciente y agradece todas las enseñanzas y consejos brindados por la cantautora. Palabras que atesora y guarda en lo más íntimo de su ser. “El primer concierto que realicé con la maestra fue en el Teatro Municipal del Callao y el último fue en Centro de Convenciones Bianca en Barranco”, reveló.

Valeria está dispuesta a dar todo de sí para seguir dejando huella en cada lugar que va. La niña de ‘carne y hueso’ se convirtió en toda una adolescente que no desaprovecha las oportunidades que se le cruzan en el camino. Siente que el 2021 ha sido uno de sus mejores años. El retorno de La Voz, la celebración por los cinco años de su agrupación musical Son D’Arenas, la cual la conforma con cuatro jóvenes talentosos de su ciudad natal. El reciente lanzamiento de ‘Solo Tú’, una colaboración junto al cantante Erick Junnior, la motivan a continuar luchando por sus sueños. Tiene proyectado grabar su segunda canción pop-urbana y sacar otro videoclip. A su corta edad, sabe que el éxito viene de la mano de la preparación constante. Es consciente de que todo esto conlleva un proceso largo, pero no duda de que logrará conseguir todo lo que una vez esa pequeña chiclayana de ocho años se propuso alcanzar.

Escribe: Valeria Ortega (@valuzort)