En la península arábiga se halla un territorio con paisajes dignos de película. Parajes desérticos, oasis, cañones, montañas e incluso playas. Omán está listo para cautivarte.
Hace pocos años tuve la oportunidad de visitar el país. Fui con Premier Travel y observé que está en un proceso de apertura al turismo. En muestra de ello, su aeropuerto ha sido completamente remodelado. Además, es posible llegar desde Europa con mucha facilidad. Como dato extra, es común que se viaje a Omán a la par de Emiratos Árabes Unidos dada su cercanía.
La hospitalidad y una atmósfera de tranquilidad se respira en sus calles y cada lugar que uno visita dentro de su territorio. Algo curioso es que, al contrario de lo que uno podría pensar, pese a que el 80% del país es desierto, hay un 20% donde se pueden apreciar montañas y valles.
En la zona predominante puedes hallar excursiones para ir a las dunas de Wahiba Sands, donde se suele ir en camionetas 4 x 4. En su basta región desértica, podrás apreciar camellos y observar a los beduinos, árabes nómadas que todavía mantienen las tradiciones que datan de siglos atrás.
Entre sus montañas, la más alta es Jabel Shams, que llega a 3000 msnm. Asimismo, se puede apreciar Wadi Ghul, el famoso cañón de la península arábiga. Este posee una caída de más de 1000 metros. El increíble paisaje nos evoca al conocido cañón del Colorado.
En la zona también pudimos conocer Jebel Akhbar, región que te deja asombrado con sus verdes montañas, cañones y valles con plantaciones de rosas y frutales. Usualmente, esta excursión incluye la visita al zoco del pueblo de Nizwa, mercadillo construido en el siglo XVII. Aquí se puede asistir al mercado de animales, abierto solo los viernes.
Visitar el territorio nos acercó a la capital Mascate, una ciudad con 1.5 millones de habitantes situada entre montañas a las orillas del golfo de Omán. En el lugar es imperdible una parada por la Corniche y el bazaar de Mutrah (en este se puede conocer mejor la realidad del país). Allí se observan lámparas y muchas artesanías forjadas en metal. De igual modo, podemos hallar una gran variedad de especias, café, dátiles, entre otros productos. Eso sí, recomiendo ir con un guía turístico, pues muy pocas personas hablan inglés.
También es un must conocer la mezquita de sultán Qabbos (Padre de la Patria), construida hace 20 años. Cuenta con una capacidad de 20,000 fieles y exuda mucho refinamiento y lujo. Alberga una lámpara de 8 toneladas que es considerada la más grande del mundo y también posee la segunda alfombra más grande. Dato importante: no olvidar que hay que vestir prudentemente al ingresar a la mezquita; es decir, con mangas y pantalón o falda larga. Posteriormente, se puede visitar el Museo Bait Al Zubair, donde se encuentran colecciones de espadas, joyas, trajes típicos antiguos, entre otros elementos.
A dos horas de Mascate está ubicada Bahla, llamada ciudad mágica y cuyo fuerte de 12 kilómetros fue edificado en el siglo XII. Esta construcción es considerada Patrimonio Mundial de la Humanidad. En la zona se pueden visitar la mezquita de los santos y el castillo Jabrin.
Y si vas al sur de Omán es imperdible ir a Salalah, que destaca por muchas zonas verdes en las montañas cerca de la ciudad. En estas hallaremos frutales de papayas y mangos, así como mágicas cataratas. Desde allí se pueden ver los árboles de incienso; se dice que en el lugar se encuentra la tumba de Job.
Escribe: Carlos Delfín Altamirano