Siempre están alegres. Son como una chispita que irradia luz, y aunque tienen problemas como todos, tratan de ver el lado amable de la vida para salir airosas; siempre con una gran sonrisa pese a que, en múltiples ocasiones, son vistas de mala manera.

“La gente me señala me apunta con el dedo, susurra a mis espaldas y a mi importa un bledo”, podría ser la frase del grupo español Alaska y Dinarama que las personas transexuales tienen tatuada en la cabeza para afrontar cualquier situación incómoda y en el Perú, debido a nuestra sociedad cucufata, con mayor razón.

El 20 de noviembre se conmemora el Día de Internacional de la Memoria Transexual, una fecha que recuerda a aquellas víctimas de la transfobia y, también, nos llama a reflexionar sobre las adversidades que pasa este grupo de compatriotas en la actualidad.

Cocktail buscó a cuatro modelos de la comunidad trans peruana quienes, muy amables, nos abrieron sus corazones para contarnos sus historias de superación, felicidad, pero sobre todo para decirnos que son tan normales como tú o como yo.

Reina por siempre

A los 35 años, Mishaska Cárdenas, puede decir que consiguió grandes logros. Es modelo, terminó una carrera profesional, habla cinco idiomas, es ejecutiva comercial para una empresa transnacional y ganó la corona del Miss Perú Trans 2021, un premio que la tiene más que contenta.

“Esta es la primera vez que me presento a uno de estos concursos y, sin querer, gané. Hasta el momento no lo puedo creer (risas)”, cuenta nuestra nueva reina mientras posa ante la cámara.

Asegura que tras ser coronada como Miss, tiene una gran responsabilidad. Quiere transmitir un mensaje de visibilidad de la comunidad trans hacia la sociedad peruana; una sociedad que muchas veces las margina por ideas absurdas.

“En el Perú es muy complicado ser una persona trans porque la misma sociedad te está juzgando. Estoy segura que las nuevas generaciones van a hacer el cambio y demostrarán que nosotras podemos contribuir al desarrollo del país”, dice con una seguridad única, manifestando que nosotros mismos podemos hacer todo los que nos propongamos.

Encanto tropical

Pese a ser sufrir más una agresión desde que llegó a Lima, Cristell Cedán nunca se amilanó y con la frente alto, salió adelante en la vida para demostrarle a sus opositores que “yo misma soy”, algo que se refleja en su simpatía y carisma; características que la llevaron a ganar el concurso al Rostro más bello.

Gracias a las ganas de superación y salir adelante, esta hija de la región San Martín terminó la carrera de cosmetología y ahora, a los 20 años, viene cursando su segunda profesión: psicología, la cual lleva con mucha pasión pues desea ayudar a aquellos que desean convertirse en transexuales.

“En nuestro país, las chicas trans sufrimos mucho, nos cierran demasiadas puertas y eso puede llegar a frustrarnos. Cuando termine la carrera de psicología, quiero ayudar en todo su proceso de transición a una persona trans, porque, aunque no lo crean, la indiferencia puede ser muy dañina”, nos cuenta la segunda finalista del Miss Perú Trans 2021.

Pícara y con una gran autoestima, Cristell está confiada en que esta situación cambiará por ello, recomienda a las futuras generaciones que sean personas profesionales y siempre estén con la cabeza en alto.

Sonrisa encantadora

Dueña de una personalidad avasalladora, Vannia Gala entró al mundo de las pasarelas hace 10 años y desde esa fecha, continúa engalanando los desfiles de moda donde es convocada.

El tiempo es algo que aprovecha al máximo. Trabaja, entrena, modela y graba contenido para sus redes sociales, actividades que realiza día a día y a la que hay que sumarle una más: el cuidado de su cabello.

“A mi cabello lo cuido como oro. Lo peino, lo hidrato, lo engrío más que a mí misma”, confiesa entre risas al mismo momento que es maquillada por las expertas del salón de belleza Vino Tinto, antes de ser plasmada en estas instantáneas.

Fanática del electro house y de los ejercicios físicos, Vannia también es activista de la comunidad LGTBI con lo que solo pide “respeto de la sociedad”, hacia ellos, pues está confiada en que todos podemos vivir en un mundo de armonía donde nadie esté pendiente de los demás.

Felicidad sobre tacones

“Alegría por favor, así todo es mejor”, es la frase con la que Tatiana Reyes ingresa al estudio fotográfico donde es retratada para esta nota.

Vanidosa y siempre atenta a los detalles, Tatiana se sienta frente al tocador para rizar sus pestañas mientras lo hace con suma delicadeza, nos confiesa que “en la vida hay que saber resolver los problemas, no ganamos nada estando tristes. Total, no somos moneditas de oro para caerles bien a todos”.

El rechazo y discriminación es algo por lo que muchas personas de la comunidad LGTBI pasaron en algún momento, algo que Tatiana no toma importancia porque se considera una persona feliz que siempre está preparándose para nuevos retos, pero sobre todo una profesional a carta cabal.

Actualmente, cursa el último ciclo de Negocios internacionales, algo que la tiene muy motivada a seguir adelante en la vida eso sí, nos da un consejo muy valioso: “Las mejores cosas que puedes hacer en la vida es ahorrar, estudiar, viajar y querer a tus papás, lo demás viene por sí solo”.

Escribe: Kenyi Coba // Fotos: Joaquín Cruzado