Trabajó como asesora de imagen en H&M, Zara y Chio Lecca. También fue coordinadora en Columbia y, actualmente es gerente general de Mosarj Style.
Los horarios de oficina, escritorios, documentos y demás, no son del afecto de todos; incluso en la práctica, uno se da cuenta cuál es el camino que quiere seguir realmente. Pilar nos demuestra que el cambio de rumbo en su vida profesional fue una de las mejores decisiones que tomó. Pasó de ser administradora a encaminarse como asesora de imagen, algo cómodo y que se perfilaba como un té de amigas en un inicio. Un cambio sorprendente.
Ser asesora de imagen le hizo abrir la mente. El camino que empezó como jugando terminó siendo un recorrido constante que la envolvió entre sus escaparates. Así como a todos, la pandemia le afectó: fue un reto continuar. Estaba en plena producción cuando se decretó cerrar todo. Fue chocante, porque en el mundo de la moda no solo es el productor, sino también el styling, los camarógrafos, asistentes de luces y quienes complementan un trabajo exitoso. A pesar de ello, la siguieron consultando por correo, redes sociales y número de contacto, con respecto a su especialidad: la asesoría personal.
La asesoría de imagen pasó a ser un desafío que no había encontrado antes: el teletrabajo. Resultó un poco difícil realizar cada paso por cámara. El asesor necesita ver las prendas, saber el tipo de cuerpo, el tipo de color que le queda al cliente. Ante tantas carencias por la coyuntura, todo fue, como Pilar menciona, «un poquito difícil, la verdad».
Adaptarse al nuevo mecanismo y buscar facilidades para poder desempeñarse bien, fortaleció a Pilar. Fue gracias al aporte de una clienta suya que tuvo la gran idea de sugerir que se pruebe la ropa, se tome la foto de cuerpo entero y, a la par, realizar videollamadas para una mejor asesoría.
Orihuela nos regala uno de sus tips para no perder el rango profesional que debemos poseer. El protocolo de vestimenta sigue, ya que es así como evidenciamos lo profesionales que llegamos a ser. Lo que se recomienda es tener una disciplina intacta. No solo es cuestión de arreglarse un poco, sino tomarse media hora o una hora —dependiendo de lo que demore el proceso— para poder realizar una rutina de aseo, peinarse, maquillarse, elegir la vestimenta y dejar de lado cualquier distracción que no sea parte de nuestra labor profesional.
Este año no ha parado para Pilar. Hay un respaldo de trabajo, lo cual le da la seguridad para comenzar con nuevos proyectos. Además, prefiere decir sus alcances cuando ya los tiene a puertas de lanzar. Aun así, nos regala la primicia de la línea de prendas que se encuentra en proyección con un par de colaboraciones, dejándonos, como último mensaje, que «la asesoría no es cambiarte, no es cambiar tu esencia; es potenciar lo que ya eres, sacar lo bonito que tienes».
Escribe: Thaís Gutiérrez