Desde el 2014, la soleada costa de California luce su mejor cara a través de E!, donde se transmite Botched, exitosa serie que protagonizan los cirujanos Paul Nassif y Terry Dubrow. Este último ya era una personalidad televisivacuando se estrenó el reality, pero Botched fue el programa que lo convirtió en una celebridad internacional. Por aquel entonces, el doctor Dubrow no imaginó la acogida que tendría la serie donde ambos médicos resuelven desafíos estéticos tan insólitos como intrigantes.
Tras seis años al aire, confía en que gracias al interés de su audiencia por la cirugía estética ahora más personas comprenden los riesgos de las operaciones, en particular las de aumento de pecho, modificaciones en la nariz y levantamiento de glúteos, que se encuentran entre las más riesgosas. La primera, por sus complicaciones posteriores; la segunda, por su complejidad, pues únicamente la mano experta garantiza un buen resultado; la tercera, y la más peligrosa, porque un mal corte implica riesgo de muerte. Para el especialista, es fundamental tomarse en serio cada procedimiento. Esto aplica para pacientes y médicos.
Botched es conocido por presentar estrepitosos fallos quirúrgicos y malformaciones únicas que los médicos resuelven desde la creatividad, el profesionalismo y la experiencia. Todas cualidades fundamentales para atajar pacientes con casos complejos, como quienes se presentan a consulta porque desean intervenciones radicales sin más razón que el cambio en sí mismo. Sucede que la cirugía estética puede convertirse en una adicción fácilmente, lo que supone una gran responsabilidad para el cirujano, quien deberá guiar a los clientes que han perdido el norte.
El doctor Dubrow es un fiel creyente de que cada persona cuenta con atributos y oportunidades de mejora, por lo que prioriza intervenciones que ayuden a los pacientes a sentirse más cómodos con su propia apariencia. Apuesta por tratamientos poco invasivos que ofrecen resultados naturales, pues, aunque es conocido por sus impresionantes transformaciones, sus intervenciones favoritas son las que no dejan huella. Para él se trata de ayudar a sus pacientes a descubrir su potencial para realzarlo con las herramientas de la medicina estética, en lugar de modificarse para lucir como alguien más.
El efecto Kardashian
Kylie Jenner creció en el ojo público, pero se volvió famosa alrededor del globo tras sus polémicas operaciones, que comenzaron cuando todavía era una estudiante de secundaria. El doctor Dubrow apuntó que, sin buscarlo, Jenner abrió la puerta para normalizar estos procedimientos drásticos en menores de edad, alternativa que considera peligrosa. Fiel a su filosofía, sugiere intervenciones en los más jóvenes solo para solucionar malformaciones que afectan la vida del paciente.
En general, las hermanas Kardashian han revolucionado los estándares de belleza femenina con su estilo e intervenciones cosméticas, al punto de crear una tendencia conocida como “el efecto Kardashian”. El especialista lo describe como la preferencia por el volumen y la definición en zonas como los glúteos, las caderas y el busto. De hecho, es común que quienes llegan a su primera consulta con una idea en mente busquen emular dicho modelo. El prestigioso cirujano advierte que, en algunos casos, no es posible transformar el cuerpo o el rostro a voluntad del paciente, pues desean parecerse a un filtro, una edición, un producto que no corresponde a la apariencia real de una persona.
Entre el rodaje de nuevos episodios para Botched y sus acostumbradas sesiones con el bisturí, el doctor Dubrow se despidió adelantando que la nueva temporada promete uno de los retos médicos más difíciles para su especialidad: revertir las consecuencias de operaciones con resultados terribles, como las derivadas del uso de aceite de avión.
Escribe: Marisol Alvarado