El 9 de diciembre de 1924, mismo día en el que se celebraba el centenario de la batalla de Ayacucho, se estableció la Federación Peruana de Boxeo. Años más tarde, el país entero se rendiría ante Mauro Mina. El Bombardero de Chincha fue un peleador semipesado que se encargó de rendirle un culto indescriptible a esta disciplina. Buscó la quimera olímpica, pero un desprendimiento de retina le arrebató las esperanzas de alcanzar la gloria.
Después surgieron otras figuras. En 1976 obtuvimos el campeonato sudamericano de la mano de Marcelo Quiñones, aunque fue en la década del 80 cuando realmente dimos un salto de talla internacional. Luis Ibáñez, Óscar Rivadeneira y Orlando Romero disputaron el título mundial sin éxito. Incluso cuando creíamos que Fernando Rocco podría lograrlo, este nunca se aventuró a conseguir dicho reconocimiento y prefirió mantenerse en el top 01 del ranking.

El Madison Square Garden se paralizó en el 2009. Todos hablaron de nosotros cuando una mujer hizo historia en la práctica que, por mucho tiempo, había sido considerada netamente masculina. Kina Malpartida consiguió el título de campeona mundial en la categoría superpluma. Tres años más tarde, el pueblo peruano presenció, en el coliseo Eduardo Dibós, a Alberto «Chiquito» Rossel convertirse en el mejor de la rama minimosca a nivel global.
«El box profesional está en peligro de extinción», dijo el periodista deportivo Kike Pérez, cuando presenció a Jonathan Maicelo tocar la lona del ring. Las intenciones de convertirse en el mejor de los pesos ligeros quedaron en el aire para nuestro compatriota y, sin alguien que viniera detrás de él en la fila, esta disciplina ya se consideraba muerta, pues Chiquito perdió su título en Japón y Kina colgó los guantes para estar en un reality de televisión.

La falta de auspicios y apoyo de los gobiernos le pasaban factura al deporte nacional. No obstante, una nueva generación comenzó a entrenar con un perfil bajo, en silencio, limitándose a golpear los sacos en las instalaciones de la Federación Peruana de Boxeo. Leodán Pezo, José Lúcar, Lucy Valdivia y Fiorela Goicochea, encontraron en esta práctica una oportunidad de ser atletas de alto rendimiento. Defendieron a la patria en los Panamericanos Lima 2019, consiguiendo dos medallas de bronce en el ámbito masculino.
La pandemia frenó estos avances: los deportes se suspendieron. Luigi Miranda, quien era considerado una carta de la selección para las Olimpiadas de Tokio, tuvo que dedicarse a la fumigación de viviendas y venta de guantes quirúrgicos porque no podía vivir de los asaltos en el ring. Por su parte, Leodán Pezo alista maletas para este certamen, con la intención de brillar.

Atrás quedaron los tiempos en los que encendíamos la televisión para ver los combates o apostábamos por el triunfo seguro de nuestros deportistas. El boxeo ya no es de oro, como hace unos años. A los que ahora optan por esta disciplina solo les queda trazar un nuevo camino, en el que tendrán que luchar contra las dificultades de la coyuntura y la mala racha que atravesamos desde que dejamos de mantenernos en el cuadrilátero mundial.
Escribe: Valeria Burga @valeburga_26