(Messi tras el octavo gol del FC Bayern. Coutinho, quien debe volver al Barcelona tras el término de la Champions sentenció la goleada en Lisboa).

El día de ayer los amantes del fútbol presenciamos una exhibición del Bayern de Múnich frente a un Barcelona apático, sin hambre y temeroso. Cuarto año consecutivo siendo humillado en la máxima competición europea. Hoy se buscan responsables, desde la directiva, cuerpo técnico, hasta los futbolistas, quienes dicho sea de paso ya evidenciaron la nula relación con el mandamás del equipo catalán, Josep Maria Bartomeu.  

Siete jugadores que estuvieron ayer en el césped de Lisboa son los que hace 5 años le dieron su última champions al conjunto azulgrana. Aquellos, hoy fueron recibidos con pancartas ofensivas acompañadas de insultos en su ciudad. El tiempo ya pasó, y sí que se nota. El promedio de edad de la plantilla titular es de 31 años. Un equipo que siempre apostó por sus canteranos hoy está quebrado, tocaron fondo. 

Al Barcelona se le viene una etapa (de años) complicada. No hay dinero para fichar, no hay un técnico de élite que quiera el cargo y hay problemas internos. Deben empezar a vender antes que sea más tarde. Son mayores, se debe asumir ya que así es el fútbol guste o no. Busquets, Piqué, Suarez, Rakitic, entre otros, son jugadores que le han dado títulos al equipo. Se les reconoce el esfuerzo, pero es hora de revolucionar la plantilla. Apostar por los Riqui Puig, Pedri y el mismo Ansu Fati. Podrán ganar o perder, sin embargo, es el proceso que deben tomar en cuenta, así como un técnico que debe llegar y lo deben dejar trabajar. Dejaron ir a Thiago (reemplazante natural de Xavi), y ayer les “pintó la cara».

En España se menciona que Bartomeu debe dimitir. Mucha irregularidad en su gestión e incluso uno de los peores presidentes de la historia del club, afirman. Más allá de ello es necesario hacer autocrítica y dar la cara en los momentos más duros. El primero debe ser Leo Messi porque es el capitán y el que más ilusión genera año tras año en la hinchada culé. A casi 24 horas de la debacle hay muchas preguntas, pero ninguna respuesta. Se acabó todo.

Escribe Piero Flores*