Las canciones netamente peruanas tienen sus raíces más profundas en Felipe Pinglo Alva (1899-1936), el poeta, compositor y padre del género criollo. El artífice del vals clásico compuso alrededor de 300 canciones reflejadas en la pobreza que vivió y en la emoción social transmitida por sus tías y su progenitor, pues a corta edad quedó huérfano de madre.

José María Arguedas sostuvo que Pinglo fue quien enseñó a los limeños a querer su música, teniendo como canciones más populares «El plebeyo», «El huerto de mi amado», «Bouquet», entre otras. Estas piezas marcaron una época de esplendor para el criollismo, en la que el compositor se mantuvo férreo en el estilo de arraigo popular que surgió en la etapa republicana.

Isabel Granda Larco, más conocida como Chabuca Granda (1920-1983), ocupa un lugar en el podio de nuestra música. Con «La flor de la canela» como su pieza más destacada, logró convertirse en una cantautora de talla internacional. «José Antonio», «Cardo y ceniza» y «Fina estampa» son otras de sus composiciones, las cuales calaron en el sentimiento popular. 

En el año 1955, la directora de la revista Caretas, Doris Gibson, organizó una fiesta en la que Granda fue partícipe. Allí, la cantautora reveló que su canción insignia estaba inspirada en una mujer real llamada Victoria Angulo, antigua amiga de los Granda Larco. Un hito que, sin lugar a dudas, le haría destacar por el trasfondo de la historia.

La vida de Lucha Reyes estuvo marcada por el abandono de su padre, el sufrimiento y la adecuación junto a las monjas franciscanas. Las adversidades no impidieron que se dedicara de lleno a la música. Nuestra Morena de Oro interpretó los mejores temas criollos, como «Regresa», «Como una rosa roja» o «Mi última canción». Partió a los 37 años, en 1973, cuando su carrera artística estaba en todo lo alto. 

La considerada reina de la canción criolla, Jesús Vásquez, ha grabado innumerables discos con marineras, polcas, huaynos y valses. El talento lo heredó del seno familiar, pues su madre le transmitió el arte del canto. Nos deleitó con «La pasionaria», «Secreto», «Todos vuelven» e «Historia de mi vida».

La fuerza interpretativa de la música en compañía del cajón tiene un nombre: Arturo «Zambo» Cavero (1940-2009), quien tuvo una tesis basada en el folclor y la educación, aunque su verdadera pasión fue el mundo artístico, al que dedicó gran parte de su vida.

«Contigo Perú», «Rebeca», «Y se llama Perú» son las canciones que dejaron huella en el corazón de todos nuestros compatriotas, sobre todo en el de los amantes del fútbol. Cavero es un orgullo para el país, ya que, además de sus grandes éxitos, en 1987 fue premiado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) como representante de la canción criolla en el extranjero.

Debemos mencionar a otros artistas bandera como Augusto Polo Campos y Óscar Avilés, quienes dejaron un legado importante. También cabe resaltar a las personalidades que continúan deleitándonos con su talento sin igual: Eva Ayllón, Lucía de la Cruz, Bartola, Cecilia Barraza, Susana Baca y Cecilia Bracamonte.

Escribe: Valeria Burga @valeburga_26