Realme es una marca que ha entrado con fuerza al mercado peruano. No solo por sus smartphones, sino también por sus accesorios, como es el caso del Realme Watch S.

Tuvimos la oportunidad de probar este reloj inteligente, con bastantes herramientas atractivas, por unas semanas. A continuación, te contaremos algunos detalles de nuestra experiencia con este wearable.

Diseño

Hablando en líneas generales, tenemos un reloj con un diseño muy bueno para un uso casual y hasta casi casi formal. En detalle, una pantalla de 1,3 pulgadas, con resolución 360x360p a 278ppp, recubierto con Gorilla Glass.

Una correa de 22mm de ancho y 164-208mm de longitud, con dos botones en la parte lateral, hecha de aleación de aluminio. La pantalla redonda, que tiene un marco con minutero, y con un peso de apenas 48 milímetros. 

En el anverso tenemos dos sensores LED color verde y rojo para el ritmo cardíaco y el SpO2, así como los pines de carga, respectivamente.

Francamente, un reloj bastante cómodo y muy agradable al tacto, incluso con el clickeo de sus botones. Eso sí, no contamos con micrófono ni altavoz integrado. 

Rendimiento

Aunque no contamos con una pantalla AMOLED (negros puros) la IPS de este smartwatch cumple con destacar los atributos de este dispositivo, por lo que no lo encontramos como un problema en la experiencia.

En cuanto a watchfaces, tenemos cerca de 100 carátulas que podemos instalar en el reloj desde la app para Android, con lo que podrás adaptarlo de acuerdo al entorno en el que te encuentres o a la ocasión.

La pantalla cuenta con un ajuste de brillo automático, aunque también puedes configurarlo de forma manual. Esta reacciona también al gesto con la muñeca, que funciona correctamente, o al presionar los botones (recomiendo, como con cualquier smartwatch, desactivarlo al dormir).

Los modos de pantalla a los que puedes acceder son notificaciones pendientes (deslizando hacia abajo), cajón de aplicaciones (deslizando hacia arriba), resumen de tus registros (deslizando hacia la izquierda) y ajustes rápidos (deslizando hacia la derecha).

El deslizamiento es fluido entre una pantalla y otra, aunque no hay ninguna animación o transición, pero tampoco es que sea necesaria. 

En cuanto a las funciones, tiene control remoto de cámara (incluso te permite ver la imagen que está capturando el smartphone), control de música, monitoreo de salud (frecuencia cardíaca en tiempo real, nivel de oxígeno en sangre y monitoreo de sueño), además de las clásicas como notificaciones de mensajes (puedes responder) o llamadas.

Finalmente, hablando de deporte, este reloj registra hasta 16 modos deportivos, como correr al aire libre, caminar, correr en interiores, ciclismo al aire libre, capacidad aeróbica, entrenamiento de fuerza, fútbol, baloncesto, tenis de mesa, bádminton, ciclismo en interiores, «entrenador elíptico» (que es bicicleta elíptica, pero mal traducido), yoga, «grillo» (cricket, sí…), máquina de remar y bicicleta de spinning.

Lo atractivo es que, en la sesión deportiva, podemos ver la zona de frecuencia cardíaca en la que nos encontramos, la distancia recorrida, los pasos, la frecuencia cardíaca y la cadencia. 

Conclusiones: Hablamos de una buena alternativa en el sector wearable, con las funciones necesarias para cualquier usuario. Una batería que no trae problemas, ya que dura hasta dos semanas. Es una pena que el reloj no tenga chip incorporado GPS, así que será necesario tener el teléfono contigo si necesitas algún registro. En general, es una opción con muchas funciones por un precio de, aproximadamente S/270 soles.

Escribe: Michael Livia (@michaellivia_)