En el ritmo de cada día se esconde una canción. Para el oído del músico, el principio de un nuevo tema puede ser el golpeteo de sus dedos sobre la mesa, una palabra o un tarareo despreocupado. De allí puede nacer una idea, acaso otra palabra. Así, los sonidos más espontáneos son materia prima de infinitas combinaciones, tantas como permita la creatividad del compositor. Luego, los primeros insumos se encuentran con compases de toda índole, se entremezclan y acompañan mientras disipan el silencio. Con el tiempo, toman forma. Son retazos de una melodía, una tonada que va cobrando sentido bajo la mano de su autor. Por momentos los roles cambian y es la armonía quien lleva la dirección del proyecto. Uno y otro escriben, suman, restan, atrapan una idea más, la dejan ir, recogen otra y repiten. 

Algo como esto sucede con Shyko cuando un nuevo beat invade su cabeza. Su nombre es Fabricio San Martín y desde chico supo que sería músico. Comenzó tanteando acordes con una guitarra y alternando golpes en la batería. Al recordar esos primeros años, resalta que el apoyo que recibe ha influido de forma positiva en cada etapa de su carrera. “Creo que muchos artistas han tenido muchas trabas porque la familia les dice que mejor se dediquen a otra cosa. Ese no fue para nada mi caso. Ellos siempre están ahí apoyándome, desde que me compré la primera guitarra”, comenta.

Aquellas melodías iniciales crearon los cimientos de su mundo. Halló su vocación en los sonidos, en el arte de explorar la música, mezclar y componer. Cuando toca, se sumerge en el mood que lo conduce a crear. Allí se encuentra. Hoy se dedica a la producción musical y ya ha publicado cinco temas originales, aunque afirma que continúa descubriéndose en cada canción. “Un día dije ‘ya, lo voy a sacar’ y salí a ver qué sucedía. Sigo descubriendo inspiración y melodías. Fácil en algún momento agarro ritmos peruanos y los meto en mis beats, creo que va a ser parte de ese descubrimiento”, explica. 

Confiesa que no hay una intención particular detrás de sus letras, aunque el común denominador, hasta ahora, es el amor. También hay un par de canciones donde combina frases en español con otras en inglés. La melodía, por otro lado, apela a la emoción de sus oyentes. Cada tema persigue el objetivo de comunicar un estado de ánimo. Su música transmite un mood relajado, característico del ambiente que nos rodea cuando compartimos con amigos. Tal vez se debe a que sus creaciones, como los mejores planes, surgen de improviso. Para afinar los detalles de sus primeros sencillos, contó con la ayuda de sus amigos y compañeros del medio; destaca el aporte de Farfi, quien complementó cada pista con sus ágiles versos.

En esta etapa de su carrera todavía no piensa reunir sus canciones en un EP. Decidió enfrentar el escenario cambiante de la industria con estrenos individuales todos los martes, cronograma que planea seguir en los próximos meses. Anuncia que nos sorprenderá con nuevos temas, videos musicales, presentaciones virtuales y colaboraciones que ya están en el horno. Una de sus metas es componer junto a compañeros del medio como M2H y Nati Sativa; además, este 2021 busca superar nuestras fronteras para conectarse con público internacional. Adelanta que la música de sus próximos lanzamientos, escrita de inicio a fin por él mismo, lleva la marca indeleble de su esencia. No tiene claro todavía cómo llamar a eso que define sus beats, pero es, sin duda, el estilo de Shyko.

Escribe: Marisol Alvarado