La experta en flores de Bach, María Jesús García, nos cuenta cómo detectar y tratar los síntomas que cada vez afectan a más personas.

Denominemos una ocupación o lugar donde no estamos mal, pero no disfrutamos como antes. El término ‘languidez’ conceptualiza todo. Dicho vocablo significa describir un valle entre dos puntos opuestos, el bienestar mental como expresión de la conexión con uno mismo y la depresión, según estudios del sociólogo y psicólogo Corey Keyes. Trata de como si la vida se hubiera ralentizado, aburrido, apagado o desconectado de sí mismos.

Adam Grant, escritor estadounidense de la Universidad de Pensylvania, mantiene que el peligro de cuando uno languidece se nota en el descenso del placer o la disminución del impulso. Muchas personas han manifestado tener esta sensación a raíz de la pandemia. Aunque muchas veces es difícil identificar los síntomas que conlleva, las personas suelen confundirla con cansancio o depresión.

Las señales para identificar la languidez son: la falta de concentración en tareas cotidianas o laborales, la tendencia al sedentarismo, sensación de agotamiento, el desinterés en actividades que antes nos ilusionaban y, en algunos casos, los patrones de sueño alterados. Por ello, si usted manifiesta alguno de estos síntomas, es importante que busque a un profesional para que pueda ayudarlo.

Una de las alternativas que se ha visto con mayor frecuencia es el tratamiento con flores de Bach. Las flores de Bach pueden ser muy buenas aliadas para conectar con nuestras emociones y afrontar miedos. Es recomendable tomar las flores de Bach a través de un especialista y es que los orígenes emocionales del malestar pueden ser distintos según el contexto de la persona. Las flores de Bach son aptas para adultos, niños y adolescentes. Además, también las pueden tomar mujeres embarazadas, ya que son naturales y no tienen contraindicaciones.

“Todos hemos vivido la pandemia, pero no todos la hemos vivido por igual”, afirma María Jesús García. En las familias hemos visto pérdidas y nacimientos, los niños y adolescentes han dejado de ir a las aulas y los adultos, en muchas ocasiones, se han visto desbordados por las condiciones que ha traído consigo la virtualidad. “Cada persona es única y es por eso que se tiene una consulta para identificar dentro de las 38 flores de Bach, cual es la combinación de flores apropiada para cada caso”, sostiene la experta.