Así como si nada, ya se acabó la temporada de verano… Ha pasado un año, seguimos encerrados, aunque las cosas han cambiado. Hemos vuelto a pasar por una cuarentena y cada vez se alarga más y más. A diferencia de la primera, debo confesar que me agarró mejor parado, más curtido. Se truncaron varias cosas; entre estas contratos de trabajo, etc. Pero en vez de renegar y culpar al estado por su ineficiencia, me dije a mí mismo: “vamos chino tu puedes”. Me quedaban las siguientes opciones: quejarme, detenerme o ingeniármelas para poder seguir.

Y bueno señores, acá sigo o mejor dicho seguimos. Antes era más llevadero todo, tenía tres clientes y podía estar tranquilo. Ahora se trabaja muchísimo más que antes. Ojo que no es una queja; sobre todo porque ahora tengo mayor determinación y responsabilidad. He aprendido a no ser tan vehemente, a ser más cabeza fría, a no pensar en caliente. Comencé a concentrarme en mis aptitudes y buscar optimizarlas. Si no me creen pregúntenle a Marietta, mi socia. Recuerdo que nos conocimos en Milán hace ya varios años, por una amiga en común, Camila.

Cuando llegué a Milán llamé a Cami, ella estaba comiendo en Brera (nombre de una calle) con otra amiga (nacionalidad italiana, mamasita jajaja). Llegué y me pedí una pizza Margarita y una copa de vino, uf, épico. Camila entonces me dijo para ir en la noche para Armani (bar), justo tenía un box y también iban a ir unas amigas de Lima que vivían en Milán. En medio de la llegada a Armani conocí a otra chica de nacionalidad china en la calle, de forma inédita que también se dirigía al mismo lugar y justo al box que iba, quedaba al costado del box en donde iba estar yo jajajajaja. Bueno llegamos y habremos bailado un par de veces.

Luego llegaron dos chicas de Lima, Josefina y la otra Marietta. Entonces yo ya empilado estando en Milán y siendo la 1 am, decido comprar una botella de jagger. Terminamos viendo como Josefina bailaba marinera en una de las tantas plazas que tiene Milán y comiendo más pizza XXXL. Luego, pasó un año. Las mismas chicas regresan a Lima y nos veíamos siempre, sea en evento, fiesta, algún amigo en común o porque se quedaban para visitarnos.

En medio de eso me invitan a ver la producción y concepto de unas fotos para una revista y dije que sí, entonces le dije a Marietta si quería trabajarlo conmigo, y desde ahí no hemos parado de trabajar juntos. Creamos More Vision meses antes de la cuarentena y no ha sido nada fácil mantenernos, pero hemos crecido más de lo que esperábamos.

Los tiempos son más complicados que antes, lo sé, pero enfoquémonos en lo que realmente queremos y para poder tratar de salir ilesos. Esta segunda cuarentena también ha truncado varios proyectos nuestros, vivimos de esto. La política siempre va a ser como es. Escojamos bien estas elecciones, seamos responsables al hacerlo, informémonos. Ahhh, ¿por qué se llama More Vision? Porque nosotros siempre vamos a ver más allá de lo obvio.

Escribe: Óscar Chang

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