Ana Ricci es la flamante ganadora de dos preseas doradas. En esta oportunidad, le contó a Cocktail detalles de su trayectoria profesional y lo que espera de la participación en los Juegos Panamericanos Juveniles de Cali 2021.
Una joven peruana lleva intacto el legado deportivo: abuelo, madre y hermana mayor; las primeras figuras que le ayudaron a moldear su interés por el mundo acuático. Comenzó desde la cuna y, a medida que crecía, desarrollaba habilidades para prácticamente desenvolverse como una sirena.
Se colocó las zapatillas de ballet antes de sumergirse en el agua. «Me dio elasticidad», afirma. Con el tiempo descubrió la pasión por otro tipo de baile: la marinera, lo que le otorgó la coordinación necesaria para ejecutar clavados. «Cuando inicié en este deporte, era sencillo adaptarme a algunas cosas que al resto se le complicaba porque, anteriormente, me había desempeñado en otros rubros».
ESTUDIANTE Y ATLETA
A sus 14 años alcanzó el éxito. Se consagró medallista de oro en el Sudamericano Juvenil realizado en Chile y replicó ello al campeonar dos veces en el Campeonato Panamericano Junior de Clavados Tucson 2021. Como bien sabemos, nada es gratis en esta vida. Nuestra compatriota tuvo que entrenar durante cuatro largos años para alcanzar los objetivos trazados.
Hay quienes consideran que dedicarse a una actividad física es señal de ocio, pero la rutina de un atleta es más que eso. Ana es una estudiante como cualquier otra, debe mantenerse frente a una pantalla durante sus clases y lidiar con el trajín que implican los quehaceres diarios. Sin embargo, intenta encontrar el ángulo positivo de la rutina para no perder el enfoque.
No cabe duda de que el nombre de Ana Ricci resuena cada vez más. Para ella esto es sinónimo de felicidad, pero también de retos. Debe lidiar con sus estudios, entrevistas, futuras competencias y la presión de deslumbrar al público. «A mí edad siento que tengo muchas cosas que hacer y las horas del día no me alcanzan. Cuando estoy estresada en los entrenamientos o competencias, trato de relajarme, escuchar música, beber un sorbo de agua», nos confiesa.
METAS DORADAS
Con la esperanza intacta de dejar el nombre del Perú en alto, la clavadista se dirigió a su próxima parada: los Juegos Panamericanos Junior de Cali, los cuales empezaron el 25 de noviembre y culminaron el 05 de diciembre. Un hito importante por resaltar, ya que es momento de que los reflectores apunten a los atletas jóvenes.
Los sueños de Ana son tan grandes como su talento. Se ha propuesto buscar una beca deportiva para estudiar derecho sin dejar de lado la disciplina de sus amores. También revela que su máximo referente es el ex saltador norteamericano Greg Louganis, quien la inspira a recorrer los mismos logros para llegar a convertirse en una atleta de talla olímpica.
Ricci no se despide de Cocktail sin antes animar a sus colegas. «No se rindan. La paciencia premia a los que se esfuerzan y saben esperar». Debemos salir de nuestra zona de confort, dejar de prestar atención únicamente a las disciplinas convencionales y apostar por algo nuevo. Como menciona la joven deportista: «en los clavados siempre hay algo que te va a sacar una sonrisa».
Escribe: Valeria Burga