Mediante esta columna, siempre he tratado de brindar información útil a los ávidos lectores desde un punto de vista constructivo y lo más neutral posible a la hora de otorgar datos técnicos. Claramente, al ser una publicación firmada, busco ponerle un tufillo de mi impronta con el fin de darle un matiz personal. Es así que, antes de escribir una nueva entrega, reviso las anteriores para evitar ser redundante en algún tema. En este escenario, me encontré con algunas dedicatorias a los Spritz.

Luego de algunos años, veo el panorama local y me encuentro con una ola deSpritzde diversas marcas. Aunque la corriente la inició y la lidera Aperol Spritz, todo lo trendy se imita y eso es bueno para el crecimiento de la categoría de cara al consumidor final. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro, y así cómo encontramos divertidas versiones de Spritz, también están las Fake Versions. Más que por un tema comercial, creo que las fallas en la construcción o creación de unSpritzpasan por la falta de claridad en el conocimiento del concepto de este tipo de cócteles. Por ello, les dejo algunas notas que considero pueden encontrar interesantes.

Lo que hoy reconocemos como Spritz es muy diferente de su origen. En el siglo XIX, algunas zonas de Véneto estaban ocupadas por el Imperio Austriaco (más tarde Imperio Austro-Húngaro). Para que los soldados pudieran soportar la intensidad del alcohol y el sabor de los vinos locales, pedían un Spritz (spray) de agua para aligerar el vino. A mediados de este siglo, estas tropas crean el Spritz como forma de disfrutar de los vinos blancos locales y atemperar su intensidad. Entre las décadas de 1920/30, los bartenders de Venecia empezaron a añadir pequeñas cantidades de licores de aperitivo amargo a los Spritzes, lo que cambió el sabor y el aspecto de la bebida. Durante 1970/80, el Prosecco comenzó a hacerse muy popular en Véneto, por lo que no tardó en reemplazar al original vino blanco en los Spritz. Esto continuó evolucionando hasta que, en los 90s, los bartendersque trabajaban en playas, reinventaron el Spritz hasta convertirlo en lo que vemos hoy. Aquí dejo su estructura.

Vino. Es un componente fundamental, histórico y moderno. Sin vino, no es posible clasificarlo como Spritz. No tiene por qué estar hecho exclusivamente de uva. Puede utilizar sidra, hidromiel o vinos de frutas para cambiar los sabores de su experiencia.

Sabor. A modo de guía, siempre que incluyas un licor sabroso y de naturaleza botánica, estarás en camino de hacer un Spritz. Lo ideal siempre es un aperitivo bitter.

Efervescencia. No se puede servir un Spritz sin gas. Así de simple. Hay un par de maneras de conseguir la carbonatación: a través del vino y/o la soda (pero recuerde que esta última también debe estar presente).

Hielo. En los años 90s, uno de los mayores cambios en la fórmula fue la adición de hielo. Esto supuso la elevación del Spritz desde sus humildes orígenes hasta convertirse en un gigante premonitorio de la cultura del cóctel. Ello permite que la bebida se mantenga fría y conserve su carbonatación durante más tiempo.

Nunca llamar a una mezclaAperol Spritz si no tiene partes iguales de Prosecco, Aperol y un golpe de agua con gas coronado con una media luna de naranja en una copa de agua o vino tinto. Por cierto, ningún Spritz se elabora en jarra. Podría mencionar algunos otros tips como proporciones, low ABV, metodología, etc. Pero, será tema de otra columna. Hoy voy a dejar mi acostumbrado 1757 Tonic para ser consecuente con mis líneas de arriba y disfrutar un buen perfect serve en casa.

Cheers!

Escribe: Luis Llanos (@elcondellanos)