Destacar en un deporte diseñado para los hombres, es todo un reto. Y hace 100 años, una demencia. Por ello, decidimos investigar la historia de las primeras futbolistas que se atrevieron a desafiar a Europa y al mundo.

En 1894, data la primera disputa de soccer femenino en Inglaterra. Después de observar que las mujeres eran excluidas en múltiples rubros, la activista Netti Honeyball decidió fundar “British Ladies Football Club”, uno de los primeros movimientos feministas en el sector deportivo. Si bien ya se habían realizado partidos en eventos recreativos de Escocia, entre mujeres solteras contra casadas, estos eran disputados usando tacones y el enfrentamiento se basaba en agresiones e insultos entre las jugadoras. Ellaoficializó el fútbol para su género.

En una época donde cualquier demostración de empoderamiento era tachada de inapropiada, el club decidió salir totalmente de los estándares que una “buena” mujer debía seguir. Dejar de lado los asfixiantes corsés y elegantes faldas para utilizar medias largas y shorts hasta la rodilla, era imperdonable. Simplemente una locura. Aún así, era un partido digno de ver, y nadie se quería perder ese campeonato. Fue así que en marzo de 1895, se llevó a cabo el primer partido de la formación liderada por Honeyball.

Las opiniones no tardaron. «No hay razón para que ellas no hagan suyo este deporte como una nueva y saludable forma de ocio«, se leía en el periódico de Manchester. Por otro lado, el Bristol Mercury and Daily Post compartían una perspectiva más cruda:“No saben y nunca sabrán jugar al fútbol como hay que jugar. Este deporte siempre será inapropiado para su sexo.

Al llegar el ansiado día, asistieron casi diez mil espectadores. En 1902, la Asociación Inglesa de Fútbol decidió prohibir por completo la presencia femenina. No podían jugar entre ellas ni contra otro equipo. La razón de este comunicado fue porque la población se encontraba preocupada por la salud de las jugadoras. Holanda y Alemania tomaron la misma medida. América Latina también, donde se habían empezado a crear equipos así.  

Setenta años después, cuando las voces en contra de este método se alzaron, pudieron volver a las canchas. En 1991, 61 años después de la Copa Mundial Masculina, la FIFA organizó la primera Copa Mundial de Fútbol Femenino.

En el caso de las peruanas, fue en los años 50 ‘s donde firmaron su participación en el deporte. Nació en la costa y se expandió al resto del país. Para 1952, el primer equipo de Universitario de Deportes ya se encontraba formado. Pero no fue hasta los ochenta que vio la luz en todos los rincones del interior.

Han pasado 127 años desde que el mundo recibió los primeros rastros de las futbolistas pioneras. 127 años donde dejaron de esconder sus pasiones y sus ganas de resaltar en más ámbitos que los establecidos por la sociedad. 127 años de insultos, abucheos y discriminación. Pero, sobre todo, 127 años de dejar de lado sus sentimientos y decisiones, para poder triunfar en un deporte que, hasta el día de hoy, se afirma que no es para ellas. Pero se están encargando de demostrar cuán equivocados están.

Escribe: Natalia Grey (@nataliagb123)