Tours MyG es una empresa especializada en el mundo de las embarcaciones de lujo. Con muchas opciones totalmente equipadas, te invitan a que conozcas las aguas de la costa peruana de la manera más encantadora posible.
Mientras la marea sube, se puede oler un suave aroma a sal y aire fresco. El elegante Searay Sedan Bridge 500 navega por las olas de Callao, y Mario Guevara, unos de los dueños de la impetuosa nave, siente la brisa azotar su rostro como cada domingo soleado.
Experimentar el contacto directo con el océano es un sueño en estos tiempos y, a bordo de un yate, un verdadero lujo. A medida que llega el verano, el equipo encargado se alista para la acogida de muchos navegantes que deseen pasar tan solo un día por sus aguas. Es así que Tours MyG se encuentra en las orillas del Océano Pacífico, con más de una década en el negocio.
Cuentan con nueve trabajadores en sus líneas desde marinos hasta pescadores, pero cada uno con un rasgo en común: todos están perdidamente enamorados del mar. Conociendo el excitante mundo de las aguas, buscaron compartirlo con los que se atrevieron a desafiarlas.
“Nosotros queremos que el cliente sienta que es su propio yate: lo alquilamos y después ellos son los dueños. Pueden dormir, pasar una velada en pareja, pasear por el océano, realizar fiestas. Es su decisión y nuestra labor es darle las facilidades de lograrlo”, comenta Víctor Burga, administrador Tours MyG.
Iniciaron con tan solo una lancha, la cual apodaron Mis Reynas. Mario, quien también es socio de la empresa, empezó este sueño dando paseos con su primera adquisición. Después, ya con un poco más de capital recaudado, llegaron Las Mellizas y Valerie Christie. Pasaba el tiempo y las ganas de seguir progresando aumentaban. Sin pensarlo mucho, apostaron todos sus ahorros y esperanzas a dos grandes proyectos: la lancha Libertad y al yate Andrea Lucía. Así, empezaron con el exclusivo servicio del alquiler de embarcaciones lujosas, con diferentes precios y tamaños, dirigidos a todos los peruanos que buscan salir de la rutina y asomarse un poco a la aventura marítima.
Pero no todo ha sido éxito, ya que, poco después de pedir un préstamo en el banco para seguir expandiendo su negocio, llegó el temido destructor de emprendimientos: la pandemia. Imposibilitados y sin poder generar más ingresos, pensaron que ahí acababa su camino.
“Todos los ahorros y los planes de inversión que teníamos, se vieron paralizados. Se nos fue casi todo el capital y, cuando pudimos reanudar con nuestros servicios, sentimos que estábamos iniciando desde cero”, recuerda Burga. Sin embargo, la perseverancia y el trabajo duro son dos cualidades que identifican a esta familia de marinos. Poco a poco, casi como en el principio, han vuelto a sacar a flote sus sueños.
Hoy por hoy, entre sus filas se encuentran el Beltram 38 Salon y el Seray Sedan Bridge 500. El primero cuenta con 1 habitación, 2 baños, frigobar, microondas y el equipo de sonido a completa disposición del cliente. El segundo ofrece 2 habitaciones, 2 baños, 3 frigobar, microondas y también el equipo de sonido. Ambos con capacidad de hasta 25 personas, todos están listos esperando ser el inicio de esa travesía que buscas este verano.
Escribe: Natalia Grey