Con una edición limitada, Ron Cartavio se hace presente en Fiestas Patrias donde no solo se conmemora una fecha sustancial para la historia peruana, sino también una remembranza a nuestra identidad y al derecho de ser libres.
Falta cada vez menos para que nuestro país ice sus banderas celebrando el bicentenario. Este 28 de julio no puede ni debe pasar desapercibido, y Ron Cartavio lo sabe, por ello nos presenta con orgullo y finura Historias de Libertad, un ron ultrapremium donde cada detalle presentado nos recuerda a la independencia de nuestra amada tierra.
Esta edición limitada, hecha con la más fina caña de azúcar y diversos matices de frutas, nos trae sorpresas que emocionarán a más de uno, pues nos trasladará a la historia del país. Así lo refleja su estuche rojo brilloso, con letras imponentes doradas, junto a un diseño que muestra un sello conmemorativo de la fecha y dibujos alegóricos a la cultura peruana, como el del imponente don José de San Martín y el gran sol en el medio.
Dentro de la arqueta se encuentra un certificado de autenticidad con una portada ploma muy elegante que nos hace mención a la edición conmemorativa de la bebida, rindiendo un homenaje a la independencia y recordando las memorias del país que tanto nos llena de orgullo.
Cabe resaltar que solo son doscientas botellas las que se pondrán a la venta al público, agrupadas en diez historias que tienen algo en común: la libertad que celebramos este mes. Cada crónica es única y relata un pasaje del pasado de nuestro país. Al leerlas, gracias a su diseño y colores, nos trasladaremos hasta 1821.
Lo más bello de toda esta presentación es, sin duda, la botella: una magnífica redoma hecha a la medida de la situación, presente con una imponente cubierta de vidrio junto a uno de los diez sellos creados para la celebración, señalando el número correspondiente a la botella. En el cuerpo, una imagen dorada representativa del bicentenario nos revela que ya estamos viviendo un sueño. Al final del cuerpo, un sello rectangular nos cuenta que se trata de una edición conmemorativa; pero para nosotros, peruanos, es mucho más que eso: es sentirnos orgullosos de nuestras riquezas, culturas y lenguas.
Ron Cartavio nos transporta al pasado con su combinación de ingredientes y texturas. De esta manera, como relata la historiadora María Meléndez, nos podremos reencontrar con nuestra historia y tal vez sea una gran oportunidad para revisarla y conocer todos los hechos que nos trajeron hasta donde estamos parados el día de hoy. Gracias, Cartavio, por traernos un producto que no solo se consume, sino que también se lee y nos recuerda que, doscientos años después, somos libres y lo seremos siempre.
Escribe: Vanessa Estrada (@vanessaestrada08)