Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, pidió esta tarde en conferencia de prensa que el vicepresidente Mike Pence invoque la enmienda 25 de la Constitución, a fin de remover al presidente Donald Trump de su cargo. Añadió que si esta medida no procede, iniciará un proceso de destitución o impeachment. El anuncio llega después de que congresistas de la oposición y el oficialismo pidieron la salida del mandatario, a quien consideran responsable por los disturbios en el Capitolio. 

El fallido intento de golpe de Estado acabó con la vida de 4 personas y 68 arrestos, de acuerdo al departamento de policía de Washington D.C. Una vez recuperado el orden, bien entrada la noche, el Congreso ratificó a Joe Biden como presidente y Trump anunció que habrá una transición de poder pacífica  el próximo 20 de enero, aunque sigue en desacuerdo con el resultado electoral. En paralelo, la renuncia de consejeros gubernamentales sacudió todavía más la escena política. Elaine Chao, miembro del gabinete, también presentó su renuncia esta tarde. De momento, ni el presidente Trump ni el vicepresidente Pence se han pronunciado. Esto ocurre a tan solo 13 días del cambio de mando. ¿Qué deparan los últimos días de este gobierno? 

El abogado constitucionalista Rafael Peñalver explicó en diálogo con CNN que la aplicación de la enmienda 25 y la demanda de destitución pueden darse en paralelo. La primera señala que el vicepresidente puede asumir funciones presidenciales cuando el primer mandatario no está habilitado para ejecutarlas. En este caso, el argumento es que Donald Trump no tiene capacidad para gobernar en los próximos días, lo que habría quedado demostrado en su comportamiento de las últimas semanas. Desde que desconoció los resultados de las elecciones, utilizó el discurso de un supuesto fraude electoral para movilizar a sus simpatizantes, lo cual terminó en la toma del Capitolio el día de ayer. Los impulsores de la medida sostienen que la gravedad del hecho demanda una respuesta de tal envergadura. 

El letrado añadió que si el vicepresidente asume el gobierno hasta el 20 de enero hay tiempo de procesar al mandatario usando el artículo 25. Ahora, tras el anuncio de Pelosi, Mike Pence debe decidir si colabora con miembros del legislativo para sacar a Trump del cargo o si se mantiene fiel al presidente. En redes sociales, algunos internautas que apoyan al presidente republicano calificaron a Pence de “traidor” luego de que participara en la ratificación de Joe Biden como ganador de las elecciones. “La Constitución me impide reclamar una autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no”, afirmó en un comunicado publicado cuando iniciaba la sesión conjunta del Congreso para certificar los votos del Colegio Electoral. De este modo, contravino el discurso de Donald Trump y desnudó fracciones perceptibles al interior de su círculo más cercano.

Por otro lado, el profesor de gobernabilidad de la Universidad de Harvard, Steven Levitsky, consideró que el tiempo es demasiado breve para llevar a cabo un nuevo proceso de destitución.  “Es un proceso bastante largo, a menos que lo hagamos al estilo peruano, de vacar al presidente de la noche a la mañana. Es poco probable que eso pase. […] Creo que la mejor salida es que Trump renuncie, que los de su propio partido lo presionen para que renuncie. Él no lo hará, pero debería”, explicó por teléfono a la BBC. El catedrático piensa que los estadounidenses pasarán la página y dejarán que Trump culmine su mandato, aunque reconoce que todo es posible en los próximos días.

¿Qué pasó?

El país del norte se encuentra en proceso de cambio de gobierno tras conocerse que Joe Biden ganó las elecciones de noviembre. Sin embargo, el proceso no ha estado libre de trabas y controversias. Esto se debe a que el presidente Donald Trump desconoce los resultados e insiste en que fue reelegido sin evidencia alguna. Tras conocer su derrota, Trump y sus aliados alimentaron la falsa historia de que la victoria demócrata es resultado de un fraude masivo, el cual ha sido desmentido en diversas instancias estatales y judiciales. 

Ayer, Trump hizo un último esfuerzo por oponerse a la realidad del cambio de mando y llamó a sus simpatizantes a pronunciarse desde la calle. El mandatario se dirigió a ellos desde un estrado la mañana del miércoles y reafirmó que no reconocerá la veracidad de los resultados. Concluyó pidiendo que marchen hasta la sede del Congreso para expresar su descontento.

Finalmente, el grupo de insurreccionistas asaltó el Capitolio de los Estados Unidos para exigir que se detenga la certificación de los resultados electorales. El conteo de votos y su ratificación es un procedimiento protocolar a cargo del Congreso, cuyos miembros se encontraban en sesión durante el levantamiento. Los legisladores fueron evacuados y el personal buscó refugio en oficinas. Las habitaciones que se encontraban vacías fueron saqueadas mientras el contingente policial que custodiaba el complejo fue incapaz de protegerlo.

Escribe: Marisol Alvarado