Para hablar de Lionel Messi se necesita de un acontecimiento revelador o, mejor dicho, una efeméride. Leo es de esos jugadores únicos que, pese a las innumerables críticas, ha marcado un precedente en el deporte rey. No obstante, el siete veces galardonado con el Balón de Oro y vencedor de su última edición, no formará parte de la ceremonia que se celebrará en octubre en el Teatro de Châtelet, París. Insólito, desconcertante y desafortunado. Así puedo describir la ausencia del argentino que, durante 17 años, estuvo entre los candidatos a uno de los reconocimientos más preciados del fútbol mundial.

Desde el año 2006, es la primera vez que Messi no está en la lista. Aún parece increíble que la revista France Football lo haya dejado fuera. Leo es un realizador indispensable, un arma letal en donde se encuentre. Obtuvo la clasificación al Mundial de Qatar antes de la última fecha de eliminatorias. Alzó la Copa América y comandó al equipo para levantar el trofeo de la Finalissima, pero eso la FIFA no lo considera como un premio oficial. Oportuno para el jurado y no para el astro argentino. Logró ser campeón de la Ligue 1 en Francia, aunque eso no importó esta vez.
Si bien considero a Leo el mejor jugador del mundo por excelencia, debo reconocer que tras su salida del FC Barcelona, tuvo un rendimiento digno en el París Saint Germain en la temporada 2021-2022; pero no fue espectacular como nos tiene acostumbrados. El proveniente de Rosario ha perdido toque, gambeta y un poco de su magia. Quedarse sin la Champions a manos del Real Madrid en octavos de final ha sido, innegablemente, el factor que más le ha pesado. Solo 11 goles y 15 asistencias en 34 partidos disputados entre Ligue 1, Copa de Francia y Champions League no parecen haber sido suficientes.

Sin embargo, expertos en esta disciplina aseguran que «los números no lo son todo para definir al mejor jugador de la campaña». No podría estar más de acuerdo con ello. Solo basta observar lo que puede realizar Lionel Messi en el campo de juego. Es deslumbrante ante el ojo humano. Esto, más una trayectoria de larga data, son suficientes motivos para considerarlo como uno de los 30 candidatos para obtener el Balón de Oro al igual que Cristiano Ronaldo o Robert Lewandowski, quienes no fueron excluidos.
De acuerdo con L’Equipe, medio asociado a la línea editorial de France Football, «su primer año en París estuvo marcado por la decepción». El calendario es uno de los factores que excluye al capitán del seleccionado argentino para defender el podio. Las bases han cambiado. Ahora se toma en cuenta el desempeño de los futbolistas en la temporada y no durante el año. Ellos siempre han sido críticos con el nivel de Messi desde su llegada al PSG. Coincidencia o no, la modificación de los criterios del Balón de Oro lo han dejado sin espacio.
Resulta sorprendente que Karim Benzema se alce como favorito para quedarse con el premio. El objetivo no es desmerecer, pues lo avalan sus números en La Liga y la Champions, además de los títulos obtenidos con el Real Madrid. Sin embargo, en el fútbol todo es posible y Leo Messi aún puede volver a la cima. El Mundial de Qatar y la próxima edición de la Liga de Campeones son claves para lograrlo, especialmente el primero, pues nunca lo ha conseguido con la albiceleste. Messi aún despierta sensaciones indescriptibles y eso lo hace resaltar del montón. Los siete Balones de Oro que posee no son una simple casualidad. Aunque este año no consiga otro galardón, él ya es una leyenda: un reinado aparte.
Escribe: Valeria Burga Bobadilla (@valeria.burga26)
Editora General