Este punto de encuentro de grandes personalidades artísticas, políticos y periodistas ha logrado sobrevivir al paso de las décadas desde su fundación en 1938. Ahora, luego de 83 años creando recuerdos junto a sus comensales, a Superba le tocó también sobreponerse a la pandemia y a la covid-19.

Alhelí Castillo y sus hijos. | Fotografía: Fiorella Gómez Montufar

Todo buen conocedor de las noches limeñas ha oído hablar de la Superba, aquel recinto histórico que recibió por años las visitas de Chabuca Granda, Óscar Avilés y Alfredo Bryce Echenique. Un lugar no solo para celebridades, sino también para las personas del día a día que buscan una taberna acogedora donde disfrutar una rica butifarra y una buena cerveza.

Fugazza, escabeche y jamón de la casa. | Fotografía: Fiorella Gómez Montufar

Desde hace ochenta décadas, la familia de Alhelí Castillo ha mantenido con esmero la tradición que fue heredada de su abuelo, Silvio Canata, quien trabajó durante toda su vida atendiendo a sus comensales como si los recibiera en su propia casa. El cariño familiar, la buena comida criolla y las largas noches de tertulia son el emblema de la Superba, que al igual que otros negocios, tuvo que cerrar sus puertas desde marzo de 2020 debido a la pandemia de la covid-19.

Retrato de Silvio Canata y su sombrero de domingo en el local de Superba | Fotografía: Fiorella Gómez Montufar

«Cuando empezó todo esto de la pandemia, yo pensé que se acabó, que ese era el fin de la Superba», recuerda Alhelí Castillo, propietaria del negocio, quien incluso admite haber empezado a desmontar el local luego de perder la esperanza de una futura reinauguración. Sin embargo, al tener una profunda conexión con el legado de su familia empezó a percibir señales de que tenían que volver.

LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL

Una anécdota sobre esto tiene que ver con su abuelo, Silvio Canata, italiano inmigrante y trabajador que llegó al Perú para enamorarse de la comida criolla, de los peruanos y que incluso llegó a ser amigo del cantante Felipe Pinglo. De acuerdo con Alhelí, los recuerdos y fotografías que su familia conserva sobre Don Silvio son principalmente de su juventud y adultez. Pero esto cambió durante la pandemia, pues recibió un mensaje de su familia en Génova quienes habían encontrado una foto de su abuelo cuando aún era un niño.

Retrato de Silvio Canata en su niñez, tomada en Génova.

«¿Por qué mi abuelo me visita ahora como un niño? Es que esta la imagen de la Superba ahora. Volver a crecer, volver a empezar. Como un niño pequeño que aún le falta empezar a vivir», comenta entusiasmada luego de la reinauguración de su clásico local ubicado en la cuadra 28 de la Av. Petit Thouars.

DE VUELTA AL JUEGO

Desde que volvieron a abrir el 28 de diciembre de 2021, la Superba recibe a sus comensales a partir de las 5 p.m. respetando el límite de aforo y distanciamiento social. A pesar de que iniciaron operaciones con una carta pequeña tienen planeado ampliarla para que todos podamos disfrutar de su tradicional sopa criolla, tacu tacu con lomo al jugo y sus tallarines con pesto genovés de la casa.

Butifarra con jamón artesanal de la casa y cappuccino. | Fotografía: Fiorella Gómez Montufar

Además, a la carta se suman algunos postres creados por Alhelí para su emprendimiento llamado Corazón de Vainilla, donde podemos encontrar una selección de tortas especiales que no encontraremos en otra pastelería. Todas manteniendo un toque italiano y familiar que les da el sabor justo para combinar con la carta de Superba.

Torta de canela y merengue suizo de Corazón de Vainilla. | Fotografía: Fiorella Gómez Montufar

Cuando uno ingresa a la Superba, la energía de todas las historias que se han desarrollado dentro de sus paredes se percibe de forma inexplicable. Es como atravesar un portal que nos lleva a otra época, en un espacio donde el tiempo no transcurre y las fotografías de las paredes nos contaran sus recuerdos sobre la Lima de antaño.

Fotografía: Fiorella Gómez Montufar

Acompañados por la música de una rockola Wurlitzer antigua, la familia de Alhelí ha visto entrar al local a parejas, amigos, celebridades y periodistas. Ha sido también testigo de pedidas de mano, divorcios, peleas y de amantes que se conocieron en una noche al cruzar miradas a través de sus mesas.

Chilcano de guindas. | Fotografía: Fiorella Gómez Montufar

El regreso del bar Superba es una alegría que se comparte en comunidad. Si aún no te has animado a visitarlos, te pierdes de una experiencia inolvidable. En este año 2022, la parada es obligatoria en este negocio familiar que promete encantarnos con su hospitalidad y su exquisita carta criolla. No olvides acompañar tu comida con una de sus cervezas artesanales o su clásico chilcano de guindas.

Escribe: Fiorella Gómez (@fgmontufar_)