
Por Omar Amorós @omar_amoros.pe
Sin lugar a dudas “Vela de cumpleaños” es y será una de las mejores -y más bellas- obras de teatro que he visto a lo largo de todos estos años de tener la dicha (por mi trabajo) de ser un espectador constante. La obra, escrita por el dramaturgo estadounidense Noah Haidle y dirigida por el fructífero, diverso y constante director peruano Mikhail Page, es una celebración de la vida y como decimos en el mundo de las letras y humanidades -donde tiene un lugar privilegiado el teatro- la vida se celebra porque es como un drama, como el teatro, en donde lo alegre y lo triste, lo dulce y lo amargo o lo bueno y malo se entrelazan para que una vida sea única: cotidiana y extraordinaria a la vez.
Como la vida de Ernestina, una mujer que como muchas personas de joven empieza a vivir deseando sorprender al mundo, queriendo revolucionar y proyectándose a realizar cosas extraordinarias. Pero la vida la va llevando –como a muchos de nosotros- por otros lados, por otros caminos. Ese es caso del maravilloso personaje que le ha dado vida Érika Villalobos (estas tres temporadas y años) con una verdad que la ha convertido en una de las mejores actrices que tenemos.

A Ernestina la vida la fue llevando hacia su hogar, su familia, a dedicarse a atenderlos y hacerlos felices, aceptándolos a todos como son, pero olvidándose hasta cierto punto de ella, por eso llega un momento en que se pregunta si ha desperdiciado su vida porque quería hacer “cosas extraordinarias” y eso era muy cotidiano. “Pero es la propia vida que le enseña a Ernestina que sí ha hecho cosas extraordinarias, por todas aquellas personas que han pasado por su vida. Las personas que le hacen la vida a otras personas (como Ernestina) son importantísimas en la dinámica de la vida” nos contó Érika en una conversación que tuvimos por una de las temporadas.
Y es verdad. Todos podemos ser extraordinarios desde nuestro lugar en el mundo. Si hacemos felices a los demás y eso nos hace feliz ya sea en nuestro núcleo familiar, en nuestro grupo de amigos o en el contexto de trabajo ya estamos realizándonos como personas, como seres humanos que hemos cumplido una misión en este plano de la vida en donde hemos vivido los años que nos tocó (en el caso de Ernestina, fueron 107 años).

Érika hace un extraordinario trabajo porque cuenta con un equipo de actores realmente buenos y como ellos mismos han dicho nacieron para ser cada uno de los personajes de la obra. Que sería de Ernestina sin Eduardo Camino (Señor deberíamos verlo actuar más seguido y no solo en teatro, ya le he dicho), sin Manuel Gold ya en una etapa de madurez actoral, sin Marisa Minetti, que está una renovada etapa en tv y teatro, sin el eterno e incansable Pold Gastelo y sin la versátil Macla Yamada, (y claro, sin el pececito dorado).
¡Vela de cumpleaños tiene todos los elementos que debe tener una obra de teatro para lograr la catarsis en cada espectador! Si todavía no la has visto, por favor, no pierdas la que podría ser la última oportunidad de verla (ojalá no). Las funciones solo irán hasta este lunes 29 de setiembre. De jueves a lunes a las 8:00 p. m. y los domingos a las 7:00 p. m. Las entradas están disponibles en Joinnus y en la boletería del teatro Ricardo Blume (Jr. Huiracocha 2160, Jesús María).